características de grandeza del hombre Mienten en su fuerza serena ante la adversidad.
Hemos aprendido que cada persona en sus luchas incompletas deja huellas de lo que buscó y deseó como una gota de agua en el desierto.
Aprendimos que hay que amar el pasado y dar gracias por los favores recibidos en esta época, nos obliga a recordar a nuestros antepasados, cuya escuela nos convirtió en lo que somos hoy.
Aprendimos que las costumbres, tradiciones, gustos, respeto, prestigio y honor de los mayores siempre están en nosotros. La edad experimentada depende totalmente de nosotros, ya que solo nosotros podemos escudriñarla. Nuestros padres y líderes nos enseñan a creer en nosotros mismos ya tener el coraje de admitirlo. no somos perfectos y también somos falibles.
Aprendimos de ti, querido viejo los períodos de fe son producto de cada etapa porque la genética nunca puede interferir en nuestra grandeza, productividad, esperanzas, sueños, trabajo, lucha, inteligencia y esencia personal.
Nos enteramos por esto la vida no se nos da gratisla mejor riqueza adquirida es la propiedad de nuestros propios esfuerzos y logros.
aprendimos que la grandeza de un hombre se mide no solo por sus logros sino también por el legado que deja con humildad y una personalidad completa y sana, ausente en el mundo de hoy lleno de egos desmesurados.
Aprendimos que una persona envejece no porque ya no sea un niño, sino porque deja de reír y continúa convirtiendo su vida en un momento agradable, un juego interesante.
Aprendimos a luchar y superar cuestas difíciles. Pero al final estás cansado de la batalla y en los brazos de tu madre tu vida ha pasado para siempre, 7/23 Abril Estás triste y cansado por el trágico abismo de tus profundos dolores…
Papá, ya no estás en el viento, no importa lo que dejaste atrás, el tiempo te pasó como una hoja, hasta que te unes al medio. el abrazo interminable del nirvana eterno.
Con lazos de plata siempre estuviste conectado a tu amado río «La Vieja» en tu Cartago natal, donde soñabas con volver a pescar algún día. Todo se volvió difícil, te enfermaste y te fuiste para siempre. Tus cenizas serán derramadas con añoranza y amor, donde tú quieras, bajo las aguas de tu amado río, donde diste tanta alegría, tanta aventura y tanta satisfacción en domingos de pesca y diversión…Tus cenizas quedarán allí, los recuerdos de tu infancia y juventud quedarán para siempre.
Como dice la canción: “Soy tu sangre, viejo, soy tu paz y tu tiempo.” Adiós, viejo querido, adiós.
Tus niños Hugo, Mauricio, Yvette, David.