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Autor: Juan Echanove (Jefe del Grupo Derecho a la Alimentación de la FAO) y Luis Wolff (Oficial del Programa Español de la FAO para América Latina y el Caribe)
Este año se cumple su 20 aniversario Directrices voluntarias sobre el derecho a la alimentación. Además, el Día Mundial de la Alimentación -16 de octubre- pretende reafirmar el compromiso con este derecho en un contexto global lleno de cuestiones de alimentación y nutrición.
ELLA ES derecho a la alimentación Es un derecho humano que garantiza el acceso a alimentos suficientes, inocuos y nutritivos para una vida sana y activa. Está consagrado en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC) y obliga a los estados a respetar, proteger e implementar este derecho.
Avances en América Latina
América Latina y el Caribe condujo a la integración del derecho a la alimentación en las constituciones y leyes regionales y nacionales. Por ejemplo, Brasil, Bolivia, Cuba, Ecuador y México garantizan este derecho en sus Cartas Magna, mientras que República Dominicana, Guatemala y el Parlamento de América Latina y el Caribe (PARLATINO) lo reflejan en sus marcos legales.
Los Frentes parlamentarios contra el hambreLa pluralidad y las plataformas voluntarias presentes en más de 20 congresos nacionales y parlamentos regionales en América Latina y el Caribe han jugado un papel crucial en los esfuerzos por lograr la realización consistente del derecho a la alimentación. Estos frentes, apoyados por la FAO, la Asociación Española y la AMEXCID, apoyan reformas constitucionales, leyes y presupuestos que fortalecen la seguridad alimentaria con un enfoque de derechos y abordan las desigualdades estructurales.
El poder de los gobiernos representado por el trabajo parlamentario y la sociedad civil es clave. El programa Bolsa Familia de Brasil, lanzado en 2003 y renovado cuando el presidente Lula da Silva comience su nuevo mandato en 2023, proporcionó transferencias monetarias condicionadas a familias necesitadas. pobreza extrema. En coordinación con otras políticas públicas, ha logrado una reducción del 40 por ciento de la pobreza extrema entre 2022 y 2023 y redujo significativamente la inseguridad alimentaria.
Guatemala lanzó el programa Hambre Cero en 2023centrándose en la distribución de alimentos y la capacitación en prácticas agrícolas sostenibles. En Cuba, Grow Your Food promueve la agricultura urbana y periurbana. En Colombia y Perú, los programas de alimentación escolar mejoran la nutrición y el rendimiento académico de los niños, al tiempo que fomentan vínculos con la agricultura familiar a través de la contratación pública. Iniciativas recientes, como las etiquetas anteriores en Chile, los impuestos a las bebidas azucaradas en México y la prohibición de alimentos altamente procesados en las escuelas de Uruguay, se han centrado en la salud pública y la alimentación poco saludable.
Según Mario Lubetkin, Director General Adjunto y Representante Regional de la FAO para América Latina y el Caribe, al menos tres millones de personas “han abandonado la organización. La imagen más dramática del hambre.un rayo de esperanza que muestra al mundo que podemos «luchar contra el hambre», un logro que se debe en gran medida a los esfuerzos y la voluntad política para garantizar el derecho a la alimentación.
Sin embargo, a pesar de los avances, 43 millones de personas en América Latina y el Caribe todavía sufren hambre y 130 millones están desnutridas. De manera similar, los pueblos indígenas y afrodescendientes, las niñas y las mujeres siguen enfrentándose a graves desventajas en materia de alimentación y seguridad alimentaria.
Mirando hacia el futuro
El FAO, Compromisos regionales como la Iniciativa Latinoamericana y Caribeña Sin Hambre, junto con aliados como la Unión Europea, la Asociación Española y la Asociación Mexicana, han jugado un papel importante en la promoción del derecho a la alimentación, apoyando la implementación de políticas. y creación de capacidad nacional.
Promover el derecho a la alimentación requiere centrarse en las desigualdades y los desafíos emergentes.
Desarrollar una comunicación transparente entre las partes interesadas, fortalecer los mecanismos de implementación, apoyar los procesos regionales, por ejemplo Plan de Seguridad Alimentaria y Nutricional de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y el desarrollo de capacidades son acciones clave para garantizar el derecho a la alimentación. También es importante desarrollar índices para monitorear la efectividad de la implementación de la política alimentaria. Las agencias internacionales y los donantes deben garantizar que el derecho a la alimentación sea central para sus objetivos estratégicos.
Sólo a través de un enfoque integral y un compromiso firme derechos humanos y la justicia social, podemos construir un futuro en el que el derecho a la alimentación sea una realidad para todos, sin dejar a nadie atrás.
Juan Echanove (Jefe del Grupo Derecho a la Alimentación de la FAO) y Luis Wolff (Oficial del Programa Español de la FAO para América Latina y el Caribe)
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