Hoy envío mi testimonio de solidaridad a todos los docentes venezolanos en su día.
Los docentes venezolanos son héroes que han cumplido con su deber. Se eligió el 15 de enero para rendirles homenaje y resaltar sus grandes servicios al pueblo y al sector más valioso del pueblo, la niñez y la juventud. Honrar a los docentes significa más que dedicarles un día del año. Se trata de valorar tu arduo trabajo. Reconociendo la importancia de su misión. Permitirles realizar su trabajo en un ambiente confortable y además remunerarlos justa y equitativamente por su trabajo.
La situación de los docentes hoy es muy triste. Trabajan en escuelas que apenas están en pie. Edificios semidemolidos y privados de los servicios básicos básicos. Con niños desnutridos y mal vestidos y calzados. Dificultades para ir a la escuela por parte de profesores y alumnos. Niños y jóvenes en la mayoría de los casos con problemas familiares. Sin agua potable, sin baños y sanitarios adecuados, sin alimentos que ayuden a los estudiantes a absorber las enseñanzas.
Los profesores están mal pagados. Por ejemplo, en países como Japón, los docentes son los funcionarios gubernamentales mejor pagados y mejor tratados. Venezuela tiene muchos recursos para la corrupción, pero ningún dinero para la educación, ni dinero para pagar adecuadamente a los maestros por los excelentes servicios que brindan.
Espero que la celebración del Día del Maestro en 2024 sea la última que se lleve a cabo en las dramáticas circunstancias que mencioné anteriormente. Para estas fechas del año que viene, espero que esté en el poder un nuevo gobierno, cuya prioridad será la educación, cuidar de los docentes y maestras, mejorar los salarios y los ingresos familiares de todos los trabajadores, pero especialmente de los empleados de la educación. Hoy envío mi testimonio de solidaridad a todos los docentes venezolanos en su día.
Continuaremos la conversación.
Eduardo Fernández
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