Hace tres años, la triple saltadora Yulimar Rojas eclipsó el deporte mundial al realizar una de las actuaciones más memorables de los Juegos Olímpicos, no sólo para un atleta venezolano, sino para todo el planeta.
En apenas su segunda participación en estos eventos, la criolla se presentó en Tokio 2020, cita pospuesta un año por la pandemia de Covid-19, donde intentó mejorar la medalla conseguida en Río 2016. Logró su objetivo en el mejor de los casos. forma.
Sin embargo, no le resultó tan fácil cubrirse de gloria, ya que tuvo que esperar hasta el último salto de la edición japonesa para batir por 17 centímetros el récord mundial, vigente desde 1995. Inessa Kravets (Ucrania) mantuvo la marca con 15,50 metros.
El vuelo de 15,67 m logrado por Rojas sigue vigente como récord olímpico, pero también se encargó de superarlo un año después en el Mundial Indoor de Belgrado, Serbia donde logró 15,74 m con la categoría (también vigente). .
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Ambas intervenciones le otorgaron a Yulimar el estatus de reina indiscutible del triple salto, de hecho, hasta el momento nadie ha podido poner en riesgo su trono.
Rojas consiguió en Tokio el cuarto oro olímpico en la historia de su país y hasta el momento el último logrado por Venezuela. Desafortunadamente, no pudo defenderlo en los Juegos Olímpicos de París 2024 después de ser operada del tendón de Aquiles de la pierna izquierda.