A unas tres horas por río desde Tucupita, capital del estado Delta Amacuro, se encuentra la comunidad de Warao Araguaimujo, municipio de Antonio Díaz, donde la cría de búfalos y sus derivados es una de las principales fuentes de ingresos de algunas personas.
Todo se remonta a la época en que se inició el intercambio y la producción cultural entre los indígenas locales y los sacerdotes capuchinos, quienes se asentaron en la zona y fundaron la Misión.
Urcisino Medina era un niño cuando el monje llegó a su comunidad en 1925. Cuenta que los sacerdotes aprendieron técnicas de pesca de los waraos y, a su vez, demostraron su cultura ganadera, en la que combinan la crianza de chivos, cerdos y búfalos.
El pueblo se encuentra tierra adentro durante el verano, pero con la llegada de las lluvias, todo queda inundado por la crecida de las aguas del río Orinoco. Fue por esta razón que los sacerdotes iniciaron un proyecto de dragado y convirtieron gran parte del pueblo en una tierra ideal para la cría de búfalos.
Los capuchinos mantienen el ganado hasta que se retiran de la comunidad, sin embargo, han contratado una cantidad de búfalos de varias familias, manteniendo la producción hasta el día de hoy.
Una obra de muchas generaciones.
Kelvin González, de 28 años, es uno de los pastores de búfalos con su familia, uno de los cuatro únicos que mantienen los conocimientos que han aprendido de los sacerdotes.
Heredó el trabajo de sus tíos y amigos, quienes empezaron a producir leche, queso, manteca y carne de búfala hace unos 20 años en Araguaimujo.
Los pastizales de búfalos están ubicados en las zonas más altas de Araguaimujo, explicó González, pero no es un terreno ideal, sino una combinación de humedales como prados y secano.
Aunque el búfalo es un animal acuático, tener esta condición no es suficiente. Por tanto, Araguaimujo reúne las condiciones perfectas para la crianza de este tipo de ganado, ya que reúne ambas características.
Actualmente en la comunidad existen 100 cabezas de ganado, cantidad relativa a sus necesidades y comercialización.
comercialización
La alimentación de los Waraos de Araguaimujo es equilibrada. Durante la mayor parte del año, hasta que llega el invierno y se desborda el río Orinoco, cultivan plátano, yuca y maíz.
También mantienen la pesca, sin embargo, la ganadería complementa la dieta de unas 50 familias, quienes se benefician con la venta de productos de búfala y la producción de un número de terneros gratis que hacen para la comunidad.
González dijo que aunque estiman que la producción de búfalos aumentará en los próximos años, las partidas ganaderas ya están vendidas y demandadas en el sureño estado de Monagas por su incomparable calidad.
Explicó que los productos fueron traídos a esa zona por la cercanía con la comunidad, la falta de transporte para ir directo al puerto Volcán en Tucupita, en lo posible si tenían motor fuera de borda.
Un kilo de queso de búfala se vende a 50 bolívares en Araguaimujo, un precio asequible para los locales. Sin embargo, una vez que llegaron a Barrancas del Orinoco después de unas horas de viaje por río, el artículo cobró mayor demanda y se podía comercializar a $3 el kilo.
Aunque la producción no es a gran escala debido a las limitaciones del hato y el transporte, las proyecciones apuntan a que en los próximos años Araguaimujo podría abastecer de carne, leche y queso de búfala al oriente de Venezuela con apoyo del Gobierno. a nivel manual y con recursos propios.
Según Omar Ágreda, presidente del Colegio de Veterinarios del Estado Delta Amacuro y de la Asociación de Criadores de Búfalos, Araguaimujo es una localidad que reúne todas las condiciones óptimas para el aprovechamiento de las especies de búfalos.
Reiteró que el ganado se encuentra en el ambiente más adecuado, lo que incide positivamente en su reproducción y producción de todos los derivados lácteos.