Juan Campos, presidente del Instituto de Servicios Funerarios y Cementerios de la Alcaldía de la Ciudad de Iribarren en el estado Lara (Barquisimeto) aseguró que el 2 de noviembre se caracteriza por visitas masivas de dolientes a cada uno de los 18 cementerios iribarrenses. .
Campos señaló que el Día de Muertos inicia con la celebración de la Eucaristía en el cementerio principal, “Campos del Silencio”, ubicado al oeste de Barquisimeto y con una extensión de unas 49 hectáreas.
El programa católico también incluye acompañamiento religioso cada hora, con el rezo del Rosario en el área de Capilla frontal del recinto.
Debido a la gran afluencia de personas, es decir unos 18 mil dolientes en dicho cementerio, y otros 2.000, en el cementerio denominado Bella Vista, de unas 24 hectáreas, Campos informó que se ha activado un equipo de 100 personas, que cooperar en seguridad y limpieza en áreas específicas, durante todo el día.
Tales acciones pretenden complementar las actividades de desmalezado y mantenimiento que iniciaron hace dos meses en 18 cementerios ubicados en la localidad de Iribarren y operaron el pasado 2 de noviembre.
En parroquias de Iribar como Tamaca, Santa Rosa y Juares (Río Claro), la afluencia de familiares y familiares de fallecidos alcanzó las 2.500, 600 y 500 personas, respectivamente. La primera zona tiene 12 hectáreas, la segunda zona tiene 4 hectáreas y la tercera zona tiene 10 hectáreas.
El gerente de Servicios Funerarios y Cementerios de Iribarren también aprovechó para llamar a los dolientes a cuidar los cementerios, invitándoles a «visitar periódicamente a los fallecidos», añadió Campos.
En Palavecino
Durante otro recorrido por los cementerios municipales y privados ubicados en el municipio de Palavecino (Cabudare), se registró un importante número de visitas de familiares cuyos familiares fueron encontrados en los antiguos cementerios Los Rastrojos y Las Acacias, donde no se ha registrado espacio para nuevas fosas. .
En los espacios privados Metropolitano y Jardines Celestiales, ambos ubicados a ambos lados de la avenida intercomunal Cabudare-Acarigua (Portuguesa), se observó gran afluencia de personas tanto en las tumbas como participando de misa y oración.
Tal es el caso de la familia Cordero-Carrillo, originaria de Cabudare, quienes cada dos días de noviembre desde hace veinte años, llevan a cabo la ferviente tradición de visitar a sus familiares fallecidos cuando tienen veinte, once y tres años y sus funerales tuvieron lugar. lugar. en los cementerios palavecinenses, antes mencionados.
Yajailyn Carrillo comentó que para su familia, cada noviembre se convirtió en un día especial de acompañamiento orante para realizar el encargo y depositar flores en la tumba de su abuela, seguida de su prima y su madre, de quienes se despidió hace tres años.
“Estoy tratando de asegurarme de que mi hija (de tres años) rinda homenaje a su bisabuela y a su abuela, respetando al mismo tiempo el fallecimiento de quienes la precedieron”, agregó Carrillo.
En los siete municipios restantes que conforman la geografía del estado Lara, la dinámica de los cementerios también es gestionada por la autoridad administrativa de los santuarios ubicados tanto en la capital como en la zona rural de Andrés Eloy Blanco, Jiménez ( Quibor), Crespo (Duaca), Morán (El Tocuyo), Simón Planas (Sarare), Pedro León Torres (Carora) y Urdaneta (Siquisique).