Si hay alguien que conoce los intríngulis de cómo se bate el cobre en el diseño de un salario mínimo mediante negociaciones con los distintos actores, es Rosalía Zingales, Viceministra para el Sistema Integrado de Inspección Laboral y de la Seguridad Social, del Ministerio Para el Proceso Social de Trabajo.
Llegó a esa cartera con el equipo de María Cristina Iglesias, pero como promotora de niños (as) y adolescentes en el Instituto Nacional de Prevención, Salud y Seguridad Laborales (Inpsasel). Es decir, la protección a niños trabajadores. “Lo que antes llamaban ‘niños en circunstancias de vida especialmente difícil’”, aclara durante la entrevista que concede a Últimas Noticias en su despacho del Centro Simón Bolívar.
Ya venía sensibilizada con esa temática porque Zingales es Psicóloga Clínica graduada en la Universidad Central de Venezuela, y su tesis abordó el tema de las niñas de la calle. Desde ese mundo se fue acercando al hecho laboral con los conflictos propios por las demandas de aumentos salariales.
Zingales acompañó al ministro Francisco Torrealba al Tercer Foro de Diálogo Social celebrado hace dos semanas en la isla de Margarita con presencia de delegados enviados por la Organización Internacional del Trabajo (OIT). En ese foro, al cual acudieron representantes de la cuatro centrales sindicales venezolanas y el Gobierno, se acordó instalar una instancia técnica para elaborar una propuesta de salario mínimo y presentarla al presidente Nicolás Maduro, quien tendrá la última palabra.
La instancia técnica que está a punto de instalarse con participación del Gobierno, trabajadores y empleadores, forma parte del Convenio 26 suscrito por el Estado con la OIT y versa sobre los métodos para la fijación de salarios.
—¿Cuál es ese salario mínimo ideal?
—Para nosotros la consulta debe arrojar propuestas de salario mínimo. Todas las que lleguen serán trasmitidas. Hay unos países que tienen hasta fórmulas matemáticas. Pero esas experiencias han fracasado. Porque eso es como para una realidad lineal y la realidad no es así. Al final, ¿cuándo el salario mínimo podrá ser efectivo?, cuando garantice el poder adquisitivo. Pero esa garantía escapa de la consulta, tiene que ver con situaciones políticas, económicas, internas y externas que complejizan el asunto. El elemento más predominante es la factibilidad. El salario ideal es aquel que sea factible. Creo.
—¿De qué depende esa factibilidad?
—De la recuperación en la producción petrolera, del fortalecimiento de las otras variables económicas, es decir, desde la recuperación del impuesto sobre la renta hasta el impulso de empresas que involucren mayor procesamiento porque esas dan más ganancias, como petroquímica, industrias básicas, el turismo. Hay que verlo en el marco de la caída del ingreso petrolero. Todo eso tiene su impacto.
—¿El Gobierno tiene una propuesta de salario mínimo?
—Si el presidente Maduro ya tuviera una propuesta de salario mínimo, la hubiera lanzado. Te lo aseguro.
—Precisamente se va a instalar una instancia técnica para definir el método de fijación del salario mínimo, en cumplimiento del Convenio 26 suscrito por Venezuela con la OIT. ¿En qué consiste ese Convenio?
—El Convenio tiene dos partes fundamentales, entre ellos el establecimiento del método que va a usar el Gobierno para fijar los salarios mínimos. Porque se asume en el propio Convenio que es el Gobierno quien fija el salario mínimo.
—¿Y eso está establecido en las leyes venezolanas?
—La Ley Orgánica del Trabajo establece que es el Gobierno Nacional, después de una amplia consulta, que fijará el salario como mínimo una vez al año. El Convenio de la OIT está en armonía con eso. Se supone que nosotros debemos establecer un método para la fijación del salario mínimo en consulta con los actores sociales: las organizaciones de trabajadores y las de empleadores.
—¿En Venezuela se viene aplicando ese mecanismo?
—En Venezuela nosotros hacemos la consulta desde hace muchos años. Se emite una comunicación durante los primeros meses del año, porque hay una tradición de aumentar en mayo. A las organizaciones se les pregunta cuáles son sus ideas. Nosotros mantuvimos ese método, pero se quejaron algunas organizaciones ante la OIT porque ese método no incluía a más sectores.
—¿Y qué hace el país al respecto?
—Nosotros mantenemos que venimos cumpliendo, pero, en aras del perfeccionamiento, a la luz de las recomendaciones de la propia OIT, nos dispusimos a establecer un método en conjunto para la fijación del salario mínimo.
—¿En qué se basa ese método?
—Este método establece unos indicadores esenciales para la consulta que ya veníamos trabajando desde el primer Foro de Diálogo Social.
—¿Cuáles son esos indicadores esenciales a tomar en cuenta para la fijación del salario mínimo?
—Indicadores socio-económicos, indicadores relacionados con la fuerza de trabajo y otros indicadores de interés. Que en este caso quedó más expreso en último documento del Foro de Diálogo Social cuando se alude a la incidencia de las medidas coercitivas unilaterales.
—¿La OIT validó la inclusión de ese indicador a tomar cuenta para la fijación del salario mínimo?
—Desde el primer Foro de Diálogo Social, la vicepresidenta Delcy Rodríguez le solicitó a la OIT acompañar ese criterio y hemos pedido que esa organización haga el estudio sobre el impacto que han tenido las medidas coercitivas en Venezuela. La OIT no lo ha hecho.
—¿Qué dicen los otros actores (trabajadores y patronos) sobre ese punto de las medidas coercitivas?
—Los actores quedaron comprometidos a suministrar sus estudios para colectivizarlos. El Gobierno igualmente tiene que presentar los indicadores originados en Banco Central de Venezuela, Instituto Nacional de Estadística y Ministerio de Planificación.
—¿Quiénes son los actores que van a esa instancia técnica para la fijación de la propuesta salarial?
—Los actores involucrados esencialmente para esta Mesa de fijación de método, como base deben ser los tres actores del mundo del trabajo: Gobierno, organizaciones de empleadores y organizaciones de trabajadores.
—¿Cómo se van a organizar las vocerías de esos sectores?; tomando en cuenta que hay cuatro centrales de trabajadores, por ejemplo.
—Tenemos que organizar la paridad. Porque se supone que están en rol de paridad. El Gobierno es uno, no hay tres gobiernos. Y cuando se vaya a someter a votación una propuesta, el Gobierno vota como uno solo Gobierno. Pero cuando le toque a las organizaciones de los trabajadores incorporadas al Foro de Diálogo, ¿qué van a hacer?, porque ellas son cuatro.
—¿Y cómo van a hacer en ese caso?
—No tiene resuelto el tema de quién es más representativo que quién. Nosotros sabemos quién es más representativo, pero formalmente no está convenido. Si va a hacer un voto cada una, ellos verán. Eso es parte de la discusión entre la Central Bolivariana Socialista de los Trabajadores, Central Alternativa Sindical Independiente, Central General del Trabajo y Confederación de Trabajadores de Venezuela.
—¿Y cuál es la representación de los empleadores? ¿Fedecámaras?
—Allí también se tiene que discutir, porque en ese sector empleador hay dos organizaciones: Fedecámaras y Fedeindustria. Ellos se han negado a registrarse en el Ministerio del Trabajo, pese a que Ley establece registrar las organizaciones de empleadores. Se está en el proceso de establecer algún tipo de normativa pero no hay mayor interés en ninguna de las dos organizaciones.
—A nivel internacional, ¿quién es la reconocida?
—La Organización Internacional de Empleadores solo reconoce a Fedecámaras. Entonces Fedecámaras no tiene ningún interés en que eso se resuelva porque ello le da el privilegio de ser la única reconocida internacionalmente.
—El documento del último Foro Social de Diálogo acordó formalizar una instancia técnica para definir un método de fijación del salario mínimo. ¿Esa instancia es una Mesa?
—El método es lo que tenemos que construir y para eso la instancia técnica. Esa instancia técnica es un grupo de personas representantes de los tres sectores, que se va a reunir, haciendo uso del acompañamiento técnico de la OIT, para determinar el método. Precisamente quisimos evitar la expresión “Mesa” que se usó en los dos foros anteriores, porque se generaba la confusión de si la mesa determina el salario o si la mesa determina el método.
—¿Cuántas personas integrarán la instancia técnica y cuando inicia?
—Aproximadamente una treintena de personas proveniente de todos los tres actores. La primera reunión prevista es para el jueves 16 de febrero aquí en el Ministerio del Trabajo.
—¿Qué propone el Gobierno para construir ese método?
—El planteamiento del Gobierno es: uno, garantizar que estén representados todos los actores; dos, que debe facilitarse lo necesario para la consulta incluyendo toda la información disponible de todos los actores; que la discusión sea tan democrática y técnica como sea posible; que el método debe adecuarse a la coyuntura y ser dinámico; que debe haber por lo menos una consulta al año y que, dependiendo del momento pudieran hacerse más consultas.
—¿Cuándo debe hacerse esa consulta para fijar el salario?
—La propuesta es que la consulta debe hacerse el primer trimestre del año. Eso tiene la ventaja de que muchos indicadores se presentan en el mes de enero y además por la tradición del aumento de mayo. Debe ser una consulta que se agote en el tiempo, es decir, que ofrezca oportunidad de debate para establecer lo que se quiere y que lo expresado se eleve al decisor, que es en última instancia la Presidencia de la República.
—Es decir, el método que esa instancia va definir en los próximos días, quedará de modo permanente.
—Esa es la intención; establecer un método permanente no rígido, por eso hablamos de un método dinámico. No puede ser rígido porque tiene que adecuarse a los ritmos, a las circunstancias y más que nosotros estamos construyendo un método en el marco de una guerra. Silente y todo, esto es una guerra económica. Al final, el que carga el peso del método es el Gobierno y por eso la última palabra la tiene el Gobierno.
—Ese método incluirá un mecanismo para controlar la voracidad inflacionaria que se come normalmente los aumentos salarios.
—Eso va más allá del propio método. Precisamente uno de los elementos que colocan en la discusión algunos de los actores, es que la propuesta de salario mínimo que ellos hacen, debe ir acompañada de políticas económicas para compensar. Para el Gobierno hay elementos que escapan de la dinámica natural del impacto de un incremento salarial en la economía.
—Es imposible controlar esas variables para estabilizar el sueldo. Es decir, para que el incremento salarial no sea devorado por la especulación.
—La realidad es que hay variables que están interfiriendo en esa dinámica económica natural que son políticamente indeterminadas. Entonces el Gobierno trata de tomar otro tipo de medidas para paliar la inflación; porque ésta no solo impacta al trabajador que percibe un salario, sino al comerciante, al trabajador por cuenta propia que es un fragmento importante de la población, al jubilado y pensionado. Pero, aumenta el poder adquisitivo y empieza la especulación, que dicho sea de paso, no es una variable económica.
—¿Control de precios para frenar la especulación?
—Ya probamos en una oportunidad y resultó ser inflacionario. Es toda una situación que escapa a la dinámica de fijación de salario mínimo. Por eso tú escuchas que los actores proponen una ley de emergencia, suspensión de algunos artículos de la Ley del Trabajo, indexación salarial…como condicionantes para un aumento salarial, pero eso va más de lo que es la consulta del salario.
—¿Por qué no un salario de emergencia tal como lo sugiere la CTV?
—El término ‘salario de emergencia’ viene asociado con la suspensión de beneficios. Es decir, un salario de emergencia sin incidencia en prestaciones sociales. Técnicamente es un retroceso para los trabajadores. En el momento yo recibo un ingreso mayor, pero cuando me retiro, estoy de reposo o cualquier otra circunstancia, no tengo nada. No puedes condicionar la consulta de salario mínimo a la modificación del marco legal existente.
—También proponen la indexación.
—Ese término se usó mucho bajo de la premisa de que la crisis no la paguen los trabajadores. Era una respuesta a los paquetes del Fondo Monetario Internacional que preferían dejar a 500 mil millones de trabajadores sin empleo para subir los indicadores macroeconómicos. La indexación salarial es ajustar los salarios para mantener el poder de compras. Ese es el propósito de todos; es el mismo propósito del presidente Nicolás Maduro cuando indica que como primera línea es recuperar el Estado de bienestar que habíamos alcanzado.
—Entonces están de acuerdo con la indexación del salario
—Esa que te estoy hablando de una indexación en el propósito, recuperar el poder adquisitivo.
—En qué se distingue esa indexación de la otra que plantean economistas como Tony Boza, por ejemplo.
—Cuando algunas personas te hablan de indexación es una indexación automática. No lo dicen pero están hablándote de indexación automática que hace que tu salario suba semanal, quincenal, mensual conforme sube la inflación.
—¿Eso es técnicamente viable?
—Se ha hecho en otros países y se ha demostrado que a la larga crea una vorágine inflacionaria. Se había propuesta conservar el valor del salario convirtiéndolo o en divisas o en petro, pero eso se demostró en los últimos dos años que tampoco funciona, porque aquí nosotros tenemos más inflación en dólares que en Estados Unidos.
—¿Cuáles son los acuerdos entre los actores para la fijación del salario?
—Tenemos un cierto consenso en torno a los indicadores, una base mínima en relación a los actores. Pero hay consideraciones que hacer sobre cuál va a ser el producto final.
Al detal
- ”El Gobierno hasta ahora con los recursos que ha dispuesto, está utilizando la figura del bono, que no es salarial, porque ni siquiera está dada por el hecho del trabajo. Está dada por el Sistema Patria, no tiene nada que ver con tu nómina y el empleador, enmascaradamente también lo está haciendo”.
- ”Uno de los elementos que hemos estado aprendiendo a diferenciar es que una cosa es el salario mínimo nacional y otras son las convenciones colectivas”
- ”Es falso que los Consejos Productivos de Trabajadores interfieran como lo denunció Fedecamaras ante la OIT, porque la Ley te dice claramente que esas instancias no tendrán funciones sindicales. La función de ellos es garantizar la producción de bienes y servicios, que originalmente era contra el saboteo y acaparamiento. Y eso es en realidad lo que le molestó a Fedecamaras. Pero cuando se normalizó el asunto, nos lleva a convertirse en una estructura de apoyo al reimpulso productivo”.
- ”Le pedimos a Fedecamaras delante de la OIT que demostrara un solo caso donde los Consejos Productivos hayan interferido en funciones sindicales. No pudieron”.