Ni siquiera los más optimistas esperaban que Venezuela quedara invicta, clasificada y con posibilidades de evitar a Argentina en cuartos de final, si suma al menos un empate ante Jamaica el domingo en la última jornada del grupo.
Las razones de tan excelente desempeño de la Vinotinto se pueden atribuir al espíritu de cuerpo, un batallón solidario y unido que ha establecido el técnico argentino Fernando «Bocha» Batista y que ha logrado varios protagonismo en la cancha.
En el partido contra México, el héroe indiscutible fue el portero Rafael Romo, quien ha alcanzado su madurez en la portería a los 34 años mientras otros jugadores comienzan a vivir su inevitable declive. Mientras México ejercía su dominio del balón y lograba superar la última línea de la Vinotinto, lanzando balones detrás de Nahuel Ferraresi y Yordan Osorio, el portero portugués se lució al bloquear el disparo de Santiago Giménez en el primer tiempo, para luego completar su gran actuación. bloquea el penal de Pineda para evitar el empate.
La energía feroz, inagotable y la inteligencia posicional de Jon Aramburu para imponerse en la banda derecha, donde construyó un muro y arrasó con Julián Quiñones y Gerardo Arteaga, fue crucial para el desarrollo del juego. El extremo surgido del Deportivo La Guaira y dio el salto a la Real Sociedad de España ganó 11 de los 14 duelos que disputó, realizó 8 atajadas y realizó 25 de 30 pases certeros, según las estadísticas del sitio especializado Sofascore.
A su tremendo trabajo defensivo, el lateral derecho se atrevió a atacar, encarar el área rival y provocar el derribo de Quiñones que propició el penalti ganador cobrado a sangre fría por Salomón Rondón, que había estado cerca del arco con un centro que besó. el poste izquierdo.
Al «Bocha» Batista también hay que reconocerle su capacidad para leer las jugadas y corregirlas a tiempo. La propuesta de dos volantes con Brujo Martínez y Yangel Herrera compartiendo las tareas de despeje y puesta en marcha del equipo fracasó en el primer tiempo, y corrigieron el error repensando el sistema defensivo con Cristian Cásseres como volante. Esta jugada le dio a la Vinotinto mayor control del balón y precisión en el pase que le había faltado en el primer tiempo por la presión que ejercía México en el medio campo para forzar los errores de Yangel Herrera en las salidas. Cásseres fue el impulsor del equipo y logró activar a Yeferson Soteldo para que flotara, intentara ganar duelos y tirar centros en busca de Rondón.
Fue una victoria ante Ecuador, lo que revela que el personaje sabe perseverar sin desmoronarse ni física ni mentalmente. El duelo contra Jamaica persiste y un empate el domingo bastaría para asegurar el primer puesto del grupo. No estaría de más que en este partido Venezuela buscara una vía menos trepidante para llevarse los tres puntos. Falta un juego adecuado en el medio del campo para que el fútbol fluya y se gane sin tanto dramatismo.