En los últimos días, y gracias a las transmisiones televisivas, hemos seguido al detalle los partidos de la Copa Oro de la Concacaf. La supremacía del fútbol en Estados Unidos, México y Canadá ha sido innegable, y sólo el ingenio, potenciado por un fútbol de cierto nivel de la selección jamaicana, les ha permitido ser un cuarto invitado a la desigual celebración. Y luego, tras las acciones, ha aparecido un anhelo ancestral de la afición de viejos y nuevos datos que nunca ha explicado por qué Venezuela no está en esa confederación.
En realidad, más que un deseo, es una exigencia de la geografía continental, muchas veces vista como un capricho, pues si la representación nacional ha competido estos días en todos los frentes en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, ¿por qué el fútbol tiene que ponerse de acuerdo? con los gigantes sudamericanos, que manada es, porque ese error?
Estamos buscando una explicación y hemos quedado en el limbo, como se dijo antes, en cosas que no tienen respuesta. Ha sido una tradición colocar el fútbol indígena en los pastizales sudamericanos y no en la Concacaf, y si le preguntas a un personaje de la confederación sudamericana, te dirá que es porque les conviene a ellos y a la Fifa; Si Venezuela se va al Caribe, entonces el Sur estaría incompleto y con nueve equipos lo que de alguna manera dificultaría igualar partidos. En otras palabras, por ahora no será posible una ambición tan ferviente.
Ese deseo obviamente tiene una razón y una creencia: se cree que en Centroamérica la Vinotinto tendrá más posibilidades de ir a un Mundial que en Sudamérica. Que el fútbol en estos países está más al alcance quedó demostrado hace unas semanas cuando Venezuela venció a Honduras y Guatemala sin reducirlos. ¿Estás de acuerdo con tal petición de fútbol?
Bueno, hay que tener cuidado, porque las cosas no son así. Hasta el momento, Sudamérica ha tenido cuatro plazas, aumentando a seis para 2026 y los play-offs; Concacaf tres, más dos para el torneo que prevé play-offs. ¿Podrá la Vinotinto alzarse y participar en el Mundial? Antes tuvo que clasificar a la ronda final del enredado torneo de Concacaf para llegar a la crucial etapa de seis; luego estarían USA, México y Canadá. Pero ojo, en estos tres países se jugará el Mundial de 2026 y por tanto quedarán fuera de juego porque están clasificados por su condición. ¿Tendría la Real Vinotinto opción al Mundial?
Ante semejante democracia futbolística, ante semejante apertura, las opciones soñadas estarían ahí, a tiro de piedra. Pero esto es aún una posibilidad lejana, y Vinotinto y tendrá que esperar mucho tiempo antes de que la ambición fallida se lleve a cabo. Mientras tanto, Sudamérica y todos sus tesoros futbolísticos esperan con la boca abierta todo lo que la selección venezolana pueda ofrecer.
Contradicciones en la cancha
La Confederación Sudamericana de Fútbol se resiste a incorporar a Venezuela al fútbol centroamericano y caribeño con el argumento de que eliminaría el número de emparejamientos de la región en la Copa América y en el ranking mundial; Siempre se juegan cinco partidos, y sacar a la Vinotinto de la sede de competición crearía un desequilibrio al tener que dejar un equipo vacante y esperar los resultados que más le convienen. Pero contrario a este argumento, contrario al caudal del río caudaloso del fútbol, los venezolanos juegan el Campeonato Sudamericano contra los países del sur y también el Centrobasket contra los países de Centroamérica y el Caribe. Se han escuchado denuncias y voces contra esta discriminación y los intereses federativos, pero siempre han caído en saco roto por parte de la dirigencia regional.
UNA PUNTA
Vino tinto
Algunos de los venezolanos juegan en los países de esa región: Panamá, Nicaragua, República Dominicana y Haití tienen su fútbol feliz y rentable.
Grietas
Los principales jugadores han surgido de ese continente. Se recuerda al salvadoreño Jorge «Mágico» González. Hoy, el costarricense Keylor Navas lidera el baluarte.
Diferencia
No es lo mismo ver las caras de Argentina, Brasil, Colombia o Uruguay en la cancha, que tener que lidiar con equipos de la región centroamericana.
Adaptación
La selección está acostumbrada al ritmo vertiginoso de las selecciones sudamericanas. Tuvo que lidiar con la cadencia de los de Concacaf.
estaciones
Una vez vinieron futbolistas de Costa Rica para sumarse al campeonato. El último en llegar de ese país fue Carlos Hernández, por Aragua.