En 1969, para enfrentar a Brasil, Colombia y Paraguay en el Mundial, hubo que hacer grandes esfuerzos para armar la selección venezolana. Eran los mismos jugadores de siempre, un grupo que se completaba a falta de un futbolista amateur llamado Gala, para que la selección fuera posible.
Eran tiempos inmemoriales, y a los jóvenes les debe parecer que algo así sucedió en los días de la prehistoria. No tanto, porque desde aquellos románticos encuentros futbolísticos hasta hoy han pasado «sólo» 55 años, apenas un momento en la historia mundial. Después de todo este tiempo, las cosas han cambiado, por supuesto, sobre todo en el fútbol nacional. De la precaria situación de unos pocos y generosos futbolistas, hoy se ha llegado a 41 jugadores, vaya salto de cifras.
La convocatoria fue anunciada hace unos días. Fue alegría leer que los habituales, Salomón Rondón, Tomás Rincón, Yeferson Soteldo, siguen ahí, ilesos, para saltar a las canchas con la camiseta de la Vinotinto dispuesta a la espalda.
Sin embargo, muchos fanáticos se rascaron la cabeza al mirar la lista y se sorprendieron con nombres inusuales. «¿Quiénes son esos tipos, de dónde vienen?» Fueron ocho los jugadores que fueron convocados por primera vez, y los aficionados se preguntan si, a una edad tan joven, tendrán la inusual capacidad de integrarse en un equipo serio con las botas puestas.
Precisamos: casi todos son repatriados; Algunos nacieron en suelo del país, otros son criollos de padre o madre venezolanos, aunque nunca han puesto un pie en esta geografía. Yiandro Raap es uno de ellos. Central de dieciocho años, nació y vive en Holanda y juega en las divisiones menores del PSV. Otro: Alexander Gomes apareció en vida en Caracas, pero fue llevado a Europa por sus padres portugueses y juega y vive en Inglaterra, por lo que también es venezolano, pero con tres nacionalidades.
Al final, los ocho son jugadores de la Vinotinto y, según el reglamento, aplican para partidos internacionales. Casi todos ellos y por su tierna edad acabarán incorporándose a la selección sub-20 y no a la absoluta, pero ¿quién sabe? Es posible pensar que tendrán la categoría y garantía de lo que se les viene encima, la avalancha de futbolistas aguerridos provenientes de Sudamérica. Todo está por verse.
Ahora, una nota. De aquel equipo de 1969 se decía que por la falta de jugadores criollos era necesario recurrir a jugadores naturalizados como Rafa Santana, Antonio «Barrebarre» Sánchez, Antonio Ravelo, para completar un equipo en el que participaban Luis Mendoza, Freddie Elie y Rafael Naranjo era la vanguardia. Los aficionados de toda la vida, esos aferrados a los vientos de la nostalgia, dirán ahora que estos jóvenes llegados de Europa no son Vinotintos en toda regla.
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El año del título hace referencia al Mundial de Brasil, la hazaña en la que Alemania derrotó a Argentina en una final apasionante. Y también remite al autor del texto a sus años en «Líder», a donde llegó luego de cubrir el gran encuentro de la selección nacional para Venevisión. Desde entonces estamos aquí, arropados por el calor y la amabilidad de este periódico, y apoyados por estos amigos que en aquel momento creyeron, y siguen creyendo, en estas líneas que escribimos cada semana.
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