Unos 170 heridos y 69 detenidos es el saldo de la violenta represión oficial que continúa hoy en la noroccidental argentina ciudad de San Salvador de Jujuy contra manifestantes contrarios a una constitución provincial aprobada la víspera.
La reacción desmedida de la policía asumida por el gobernador local, Gerardo Morales, incluye el uso de balas de goma (algunos reportan que también son de plomo), gases lacrimógenos y vehículos especiales contra las protestas, Pablo Jure, director del servicio policial, dijo le dijo al Télam. agencia de noticias. emergencias en esa ciudad.
Los actos represivos contra el rechazo al texto constitucional, especialmente por legitimar la violencia, prohibir las protestas y violar los derechos indígenas sobre la propiedad de la tierra, han sido criticados por el Gobierno, luego de que Morales responsabilizara a los jefes de los hechos.
“Ustedes”, respondió el presidente Alberto Fernández, “son los únicos responsables de llevar a nuestra querida provincia de Jujuy a esta situación límite de intentar imponer una reforma constitucional que no respeta la Constitución Nacional”.
Por su parte, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner pidió al gobernador que detenga “la locura represiva que desatan sus propias acciones. Lo que pasa en la Provincia de Jujuy es de su absoluta responsabilidad y usted lo sabe. Parece -subrayó- que la represión salvaje está en su ADN».
Las denuncias del expresidente aluden a que Morales fue un alto funcionario del gobierno del expresidente Fernando de la Rúa, quien finalizó su mandato en diciembre de 2001 tras ordenar una represión que dejó 38 muertos.
Una estrategia con fines electorales
Medios como Página/12 también asociaron la estrategia de Morales con una campaña antigubernamental para instalar la idea de que el oficialismo quiere desatar mayor caos en la región, con el supuesto objetivo de afectar la candidatura presidencial del gobernador de Jujuy. para la coalición. Juntos por el cambio.
Los actuales dirigentes -indica el rotativo- denuncian la política de «mano dura» que Morales comenzó a aplicar desde 2015, cuando asumió por primera vez la gubernatura de Jujuy y que ahora ha recrudecido con una reforma constitucional repudiada por grupos sociales de la provincia .
Las represiones policiales en esa demarcación persisten desde el inicio del paro el 5 de junio, pero se agravaron el sábado con decenas de heridos graves, entre ellos un adolescente que perdió un ojo tras recibir un disparo, mientras que un turista que fue golpeado y detenido ilegalmente.
Los líderes de los manifestantes han anunciado que seguirán con las movilizaciones, ahora con más fuerza por la decisión de los legisladores provinciales de jurar la nueva Constitución pese a la extrema violencia contra los manifestantes, algunos de los cuales denunciaron que la Policía disparó balas de plomo.
San Salvador de Jujuy es una ciudad del noroeste argentino, cabecera del departamento del Doctor Manuel Belgrano y la capital y ciudad más poblada de la provincia del mismo nombre.