Miles de trabajadores se movilizaron este martes en Uruguay en el marco de la huelga general convocada por el sindicato, el PIT-CNT, para manifestar su rechazo al proyecto de reforma de las pensiones del Gobierno, al que entienden «socialmente ineficaz» y «contra el pueblo». .» .
En una jornada marcada por la votación en la Cámara de Diputados del proyecto impulsado por el ejecutivo de centroderecha Luis Lacalle Pou, llamó la atención el escaso movimiento en las calles de la capital uruguaya, con escuelas, bancos y oficinas públicas cerradas.
Es que, con banderas y pancartas, los trabajadores de sectores como el transporte, la salud, la educación, las oficinas públicas y los bancos han decidido sumarse al paro de 24 horas y congregarse en torno al Palacio Legislativo, donde el PIT-CNT convocó un acto multitudinario por «No a la reforma de las pensiones».
El oratorio, en el que participaron integrantes de organizaciones sociales como la Federación de Estudiantes Universitarios y la Organización Nacional de Asociaciones de Jubilados y Pensionados, cerró con un discurso del vocero del gremio Sergio Sommaruga, que enfatizó las razones del rechazo a la proyecto. .
“Esta reforma no es para el pueblo sino contra el pueblo (…), no es ni justa ni democrática, mucho menos solidaria, pero también es socialmente ineficaz”, enfatizó, a quien se le preguntó si una reforma que haga el “ la mayoría» tiene que «romperse la espalda hasta los 65» para poder jubilarse.
«¿Es bueno para el país devolver a los trabajadores después de toda una vida de trabajo, más años de trabajo, de explotación? ¿Hace más justa esta sociedad? No, claro que no», evaluó quien también indicó que el proyecto del gobierno «Se ha de acentuar el problema del desempleo juvenil» al ralentizar la reposición de trabajo.
Habiendo apuntado también a las Administradoras de las Cajas de Ahorro para Pensiones (AFAP), que, dijo, «ya se llevan 1.200 millones de dólares al año» y se benefician aún más del manejo del dinero de los futuros retiros con la ley, Sommaruga subrayó que el Gobierno basó la iniciativa. escuchar a «una minoría privilegiada».
“Se olvidan que en este país hay condiciones para pensar en otra reforma previsional; pero claro, aquí no se debe castigar a los de abajo”, lanzó en el que también aludía a que el aumento de la edad de jubilación de 60 a un máximo de 65 años les quita el “tiempo de vida” a los trabajadores que deberían ser satisfechos. .
Esta tarde, los diputados comenzaron a votar los artículos del proyecto, que recibió una sanción parcial, pero sufrió modificaciones por dilemas en la coalición oficial.
Creada con el visto bueno de una Comisión de Expertos de la Seguridad Social, la reforma fue calificada de «necesaria» y «solidaria» por Lacalle Pou, quien destacó su aprobación como una de las principales prioridades de su mandato.
Sin embargo, no está acompañada por la coalición opositora de izquierda Frente Amplio, que gobernó entre 2005 y 2020, ni por los sindicatos.