UNICEF dijo estar preocupada por la reciente retirada de la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) de la selva del Darién. La terminación de este servicio es por orden del Gobierno de Panamá. La selva del Darién, frontera natural entre Panamá y Colombia, es utilizada a diario como ruta migratoria.
«Cuando surge una ONG, siempre existe la preocupación de que las organizaciones puedan satisfacer estas necesidades. Entonces, en este caso, esperamos que el Estado de Panamá pueda ciertamente responder a esta necesidad”, dijo Margarita Sánchez, especialista en emergencias de protección infantil del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el lunes 11 de marzo. Desde Lajas Blancas, Darién en el región.
Sánchez hizo estas declaraciones durante una visita a Darién de la Embajada de Estados Unidos y Unicef para entregar una donación de 500.000 dólares a las autoridades panameñas así como una planta potabilizadora de agua a la comunidad local de Lajas. Blancas, dentro de la Región Emberá-Wounaaam.
Un experto de UNICEF también lamentó el impacto de la falta de atención de MSF a las víctimas de violencia sexual: «Médicos Sin Fronteras atiende a los trabajadores sanitarios, especialmente a los supervivientes de violencia sexual, desde 2021». .
Esta situación se produce luego de que la ONG condenara recientemente la extraordinaria violencia que sufre la población migrante a su paso por Darién. El Gobierno de Panamá respondió el viernes pasado acusando al MFS de proporcionar informes incompletos sobre migrantes víctimas de violencia sexual.
MSF expresó su gran preocupación «por las consecuencias de la suspensión para la población migrante». De media, sus equipos médicos prestan atención de salud física y psicológica a aproximadamente 5.000 personas cada mes, «con especial atención a las supervivientes de violencia sexual».
En 2023, 676 migrantes que fueron víctimas de violencia sexual en Darién recibieron atención médica integral de MSF. Sólo en enero de 2024, la misma ONG registró otros 120 casos, «un acto de violencia sexual cada tres horas y media».
Más de 82.360 migrantes han cruzado el río Darién sólo en lo que va de año, según las autoridades panameñas, que los registran tras llegar a las primeras comunidades indígenas a la salida de la selva.
Estos datos coinciden con los 49.291 registrados entre enero y febrero del año pasado o los 87.390 de finales de marzo. El crecimiento ha sido progresivo desde 2021, alcanzando un récord de 520.000 en 2023, más del doble que el año anterior.
Las autoridades panameñas han endurecido su discurso sobre los migrantes que cruzan la selva, insistiendo en que es un acto del crimen organizado.
Agencias