París.-Una subasta organizada por Aguttes el 6 de junio está en suspenso después de que un tribunal de Nanterre, en las afueras de París, aprobara la venta del Balón de Oro del Mundial de 1986 de Diego Armando Maradona.
Gilles Moreu, abogado de los herederos de Maradona, explicó tras recibir este jueves la orden judicial que hasta entonces «utilizarán todos los recursos posibles».
Según la decisión, el vendedor, Abdelhamid B., actuó de «buena fe» cuando compró el trofeo por la ridícula cantidad de 1,20 euros en una subasta de segunda categoría en 2016, según Moreu.
Por tanto, para el juez, la venta del inmueble el pasado 6 de junio «no supone una amenaza inminente» para los intereses de los herederos.
El premio de Maradona podría superar los 10 millones de euros y ser el objeto deportivo más caro de la historia.
Según el asesoramiento jurídico del coleccionista y de la casa Aguttes, a pesar de la buena fe mostrada por Abdelhamid B. cuando lo adquirió, después de tres años el objeto legalmente le pertenece sin ningún reclamo por parte de los herederos de Maradona.
La familia de El Pelusa afirma que el balón fue robado de un banco en Nápoles a finales de los años 80, junto con otros bienes de Maradona. Desde entonces desapareció y recién apareció en 2016, cuando Abdelhamid B. lo compró. Siempre afirmó que consiguió el Balón de Oro de Maradona sin saberlo.
Paralelamente al proceso contra los herederos, la Oficina Central de Circulación de Bienes Culturales de Francia investiga si el coleccionista ha cometido el delito de «ocultación de un objeto robado».
Agencias
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