Héctor organizaba jornadas para desparasitar animales, perros, gatos y conejos, pero pocos sabían que era un falso veterinario. Solo sabía vacunar, administraba algunas vacunas y examinaba perros y gatos, y cuando la gente lo veía con bata blanca, pocos pensaban que sabía un poco de animales.
Algunos lo elogiaron por lo que hizo, mientras que otros dijeron que no les gustaba que atrapara perros. «No me gusta la forma en que trata a los perros, no sabe cómo atraparlos, no tiene confianza, ¿es un médico de verdad?». Pero cuando alguien le dijo cómo hacerlo, Héctor lo ignoró.
A partir de ahí, sus aventuras veterinarias comenzaron a sacarle el máximo partido, y él mismo recopiló las anécdotas de su vida en las redes sociales. Sobre sus lecciones para que la gente confíe en él. «Ahora, con Instagram y Facebook, soy como un verdadero veterinario», dijo.
veterinario fraudulento
Pero poco a poco exigieron trabajo, no más revisar las orejas de gatitos y perros. ¿Usted y el médico saben cómo esterilizar? a lo que respondió afirmativamente. Se conectó, buscó tutoriales, algo le dijo que no lo hiciera.
Por otro lado dijo… «Está bien, pero puedes intentarlo» Pero este intento fracasó. Tenía una oficina improvisada donde el gato que estaba examinando tenía que ser examinado por un veterinario real.
«Doctor, pero si es veterinario, no sabrá esterilizar» pero más tarde esa tarde, aunque ninguno de los animales había muerto, emergieron. “Queremos ver su título, ver si realmente es médico”, le dijo la joven…
Quería huir, pero no podía.
Esa tarde, varias personas se presentaron con facturas de medicamentos y consultas de emergencia. Cuando otro hombre llega a la escena y les dice a todos que Héctor es un fraude… ¡Él solo ama a los animales!
Quería escapar, pero no tuvo más remedio que entregarse a las autoridades mientras estaba registrado. «el veterinario usurpador».
**Esta historia es ficticia, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.
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