El fútbol, además de convertirse en una industria de la que florecen cada día millones de dólares, es también un «mata caballos»; Es decir, no tiene piedad ni protección con su materia prima irremplazable: los jugadores. A veces vemos a esos futbolistas que, en sus cortísimas vacaciones, disfrutan de yates y playas de arena dorada y coches de primera, y pensamos en lo injusta que es la vida con tanta pobreza y tantos niños hambrientos deambulando por la ciudad. mundo.
Pero no tiene por qué ser tan sencillo y esto también hay que verlo desde otra perspectiva. Este hombre que por momentos vive como un millonario y en la abundancia ha pasado por los sacrificios de más de setenta partidos al año con entrenamientos rigurosos, con concentraciones donde tiene que evitar fiestas y fiestas, donde no puede reunirse habitualmente con amigos para tomar unas copas. . Entonces, cuando ve quince días en el horizonte para él y su familia, se venga…
Vamos a ver. Ligas de treinta y ocho partidos, copas de doce, amistosos, la selección y sus torneos, los Juegos Olímpicos: ¿Cuándo te encuentras con los niños y la familia? Por eso el yate, la arena dorada, el lujo, lo espectacular. Pero detrás de esta puesta en escena se mueven otras cosas. Por ejemplo, la incertidumbre. El jugador nunca sabe adónde irá, dónde será cambiado; Nunca está del todo seguro, ni conoce a otro chico que llegue al equipo con hambre de fútbol, ansioso por desplazar al titular.
Por eso en cada entrenamiento, en cada partido tiene que dar todo lo humanamente posible para mantener su estatus…
Pero más atrás hay otra realidad. La del jugador falso, el que no es figura, el que menos aparece en los medios. El que no tiene yate, ni coches de primera, ni playas para él solo. El hombre que, al fin y al cabo, vive mejor que la media de personas y que además es visto como un privilegiado en la sociedad. Pero ten cuidado. Cuidado con los ricos y los no tan ricos.
Cerca de ellos, flotando como una sombra inquieta y feroz, avanza la edad. ¿Desde cuándo y hasta cuándo un futbolista puede disfrutar de la buena vida? Hasta hace unos años el boom tenía 30 años; Ya no tanto, ya que los métodos de entrenamiento, la alimentación y las medicinas han crecido junto con la física desarrollada.
Ahora el listón se ha elevado a 35. Entonces, ¿qué hacer, cómo mantener el altísimo nivel de vida? Sé entrenador, sé entrenador, ¿apuestas? El jugador vive una vida de sueños, pero por un tiempo. Y probablemente estés pensando en el viejo dicho: «Esto es bueno mientras dura».
Nos vemos allí.
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