«Escribe… Escribe, algo queda»… Kotepa Delgado.
Un maracaibero y un caraqueño aparecen entre los tres primeros mencionados ayer por «Baseball América», como los prospectos más prometedores del momento para las Grandes Ligas.
El número uno es el segunda base de los Yankees, Caleb Durbin, de 23 años, originario de Lake Forest, Illinois. Ha jugado cinco temporadas, hasta Triple A, donde tiene promedio de bateo de .307, 29 jonrones, 265 carreras impulsadas y es muy rápido, con 202 robos en 234 intentos.
El zuliano de la historia es Jackson Chourio, quien los Cerveceros esperan que pueda jugar en la tercera base. En Milwaukee están muy atentos a lo que está logrando este bateador derecho de 19 años en la Liga Venezolana, con las Águilas del Zulia, pues es considerado uno de los jóvenes más consistentes del béisbol actual. .
El 15 de enero de 2021, Jackson recibió un bono del equipo de Milwaukee de 1.900.000 dólares.
Los cazatalentos de los Cerveceros no están seguros de que este joven pueda jugar exitosamente en tercera base en las Mayores, pero comentan que lo importante y valioso son sus habilidades de bateo.
Nacido en Caracas, Damiano Palmegiani, de 23 años, es, lógicamente, hijo de italianos. Cuando tenía cuatro años lo llevaron a vivir a Canadá, pero él dice que sigue siendo venezolano y así aparece en todos los documentos de inmigración y béisbol.
En cinco temporadas en las menores con los Azulejos, hasta Triple A, ha bateado para .240, con 61 jonrones y 238 carreras impulsadas. En Toronto planean llevarlo a practicar en 2024, para ver si puede manejar alguna de las posiciones del cuadro.
Estos jóvenes son seguidos constantemente durante el invierno por los exploradores de sus organizaciones. Observan no sólo lo que pueden hacer en el campo de juego, sino también su comportamiento en su vida personal.
La MLB ha prestado recientemente especial atención a los hábitos de los peloteros en sus actividades diarias. Incluso han adoptado medidas especiales, como la forma en que conducen las relaciones matrimoniales.
Y han establecido penas muy severas para los infractores.
Los psicólogos que trabajan con las Grandes Ligas han determinado que la vida privada afecta totalmente lo que el jugador puede hacer en su intenso trabajo en las Grandes Ligas.
En los últimos años, han trabajado mucho y duro en este problema.
Gracias a la vida que me ha dado tanto, incluso a un lector como tú.