El número de muertes registradas en el oeste y norte de Ruanda a causa de las lluvias torrenciales que sacudieron el país el martes pasó de 109 a 130, informó este miércoles la Presidencia ruandesa.
En un comunicado, el presidente de Ruanda, Paul Kagame, envió su «más sentido pésame» a las familias de los muertos y su «solidaridad con los afectados y heridos».
“Estamos haciendo todo lo que está a nuestro alcance para atender esta difícil situación. En lo personal, sigo de cerca la respuesta”, dijo el mandatario en su cuenta de Twitter.
De los muertos, al menos 14 personas fallecieron en la provincia Norte y 95 en la provincia Oeste, donde los distritos más afectados fueron Ngororero, Rubavu, Rutsiro y Karongi, confirmó el gobernador de este último territorio, François Habitekego.
“Se han destruido propiedades, hemos perdido a muchas personas y la búsqueda continúa. Incluso el número de heridos es alto. Realmente estamos haciendo todo lo posible para ayudar”, agregó el gobernador.
Por su parte, el secretario permanente del Ministerio de Gestión de Emergencias de Ruanda, Philippe Habinshuti, dijo que las autoridades prevén que «las personas en peligro se trasladen temporalmente, para evitar que sufran desastres», en declaraciones recogidas por medios locales.
Las lluvias provocaron derrumbes y desbordes de ríos, que dañaron la infraestructura y provocaron el cierre de carreteras y la destrucción de viviendas donde, en ocasiones, habían quedado atrapadas familias.
Según las autoridades, el número de víctimas podría aumentar, ya que continúan las operaciones de búsqueda y rescate por vía aérea donde se encuentra cortado el acceso terrestre.
La temporada de lluvias supone un peligro en un país con tantas laderas como Ruanda, donde la mayoría de ellas están habitadas y utilizadas como tierra agrícola.
Ese riesgo aumentó en mayo, ya que la Agencia Meteorológica de Ruanda advirtió que las precipitaciones están ligeramente por encima de los niveles habituales en muchas partes del país.