Sin duda, ser piloto significa enfrentarse a una de las actividades más peligrosas de todos los deportes, ya que en este caso, a diferencia del automovilismo o el motociclismo, donde el deportista va montado en una máquina, los jockeys, en cambio, dependen enormemente de la reacción que puedan tener. tener un ser vivo, como un caballo.
Así quedó plenamente demostrado el pasado sábado cuando Sun Cab decidió encarar la barandilla exterior, sin dejarle ninguna posibilidad a María Alejandra Bruzual con el resultado lamentablemente ya conocido.
Los profesionales del látigo tienen que lidiar con un peso reglamentario que los somete a una estricta disciplina para mantenerse en forma tanto con la nutrición como con la parte física, fundamental para poder dominar a los nobles corredores.
Lea también: Liberty Island se convirtió en la séptima triple corona en Japón
Esta condición de tener que dominar las carreras de cigarros ha generado resultados negativos, que son muchos pero afortunadamente no tan frecuentes y suceden en todo el mundo, en Venezuela se recuerdan nombres como Juan Eduardo Cruz, Roger Rengifo, John Rocha, Rubén Huerta, Juan Bautista. Lescano, Senobio Velásquez e Ildemaro Suárez, que han caído con las botas puestas, esos que asumieron en cada compromiso, con la idea de cumplir un buen papel o ganar la carrera, pero donde está garantizado que nunca les pasará por la idea de que puedan verse implicados en un accidente como el reciente de Valencia.