En una decisión que encendió el ámbito político argentino, la Cámara Alta decidió aumentar significativamente los ingresos de sus miembros. Este ajuste salarial, que incrementa los salarios de los legisladores de 1,7 millones a más de cuatro millones de pesos, ha generado un torbellino de opiniones encontradas.
La medida, adoptada sin un registro formal de votos, contrasta con la corriente de austeridad impulsada por el ejecutivo de Javier Milei, que generó un clima de disconformidad tanto en los bancos internos como en la opinión pública.
La polémica se intensificó cuando se reveló que Bruno Olivera, afiliado al partido La Libertad Avanza, apoyó la resolución, contradiciendo la posición pública del presidente Milei, reseña Sputnik.
El ministro de Economía, Luis Caputo, no tardó en expresar su desaprobación y calificó la acción de «vergonzosa». Por su parte, Eduardo Valdés, diputado de Unión por la Patria, criticó la hipocresía percibida en el actuar de los senadores, señalando la urgencia de equilibrar la disparidad salarial entre los funcionarios públicos.
Este aumento, que entrará en vigor a partir de junio, ha puesto en duda la coherencia entre el discurso y las prácticas del Gobierno, y ha abierto un debate sobre ética y responsabilidad fiscal en tiempos de exigencias económicas a los ciudadanos.
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—Javier Milei (@JMilei) 19 de abril de 2024
VTV/AM