La secretaría general de la Organización de Estados Americanos (OEA) pidió a la comunidad internacional «promover la justicia internacional por la comisión de crímenes de lesa humanidad en Venezuela».
En un comunicado publicado este viernes, advirtió: «Nunca podremos ser indulgentes con los crímenes de los dictadores del presente, mientras queremos justicia, verdad, reparación y no repetición para los crímenes de los dictadores del pasado. Eso no es Ya no es también un doble rasero, sino directamente un modelo de omisión inaceptable: “Todos debemos aspirar a la Justicia para Venezuela”.
Declaración de la Secretaría General de la OEA sobre la situación en Venezuela
La Secretaría General de la Organización de Estados Americanos (OEA) llama a la comunidad internacional a promover la justicia internacional por la comisión de crímenes de lesa humanidad en Venezuela.
Las jerarquías del régimen dictatorial venezolano han planificado, implementado y ejecutado la realidad represiva que ha vivido el país: el plan de prevalecer por la fuerza y la represión que encarcela, tortura y mata. Y que encarcela, tortura y mata a menores. Los responsables de estos crímenes deben ser detenidos por la justicia, que es la manera de frenar la vergüenza de muerte y violaciones a los Derechos Humanos que los tiranos utilizan cada día contra su pueblo. Esta es responsabilidad directa de la Corte Penal Internacional.
El régimen mantiene este ignominioso sistema represivo basado en una política que requiere la aniquilación de la voluntad del pueblo, la destrucción de la conciencia democrática colectiva, para imponer su propia voluntad y ha apoyado este proceso sobre la base de la persistencia y la continuidad en el tiempo. crímenes de lesa humanidad contemplados en el Estatuto de Roma. Las recurrentes y reiteradas denuncias reflejan los asesinatos, deportaciones o traslados forzados de población representados en la peor crisis migratoria en la historia de este Hemisferio, encarcelamientos políticos y otras formas de privación grave de la libertad física en violación de las normas fundamentales del derecho internacional. , la tortura, la violación y otras formas de violencia sexual de gravedad comparable, la persecución de un grupo o colectivo con identidad propia por motivos políticos y la desaparición forzada de personas.
Por supuesto, hay personas que no reaccionan ante estos crímenes; Por supuesto, hay otros que trafican con la justicia para que nunca suceda, o para que la responsabilidad de los dictadores se diluya y, si es posible, se convierta en mercancía de intercambio; o aquellos que sólo condenan lo que sucede, pero sin pedir la responsabilidad que de ello se deriva. En cualquier caso, creemos que debemos tener otra dimensión de responsabilidad ante esta crisis de Derechos Humanos; La política de omitir justicia ante las denuncias de las víctimas y de los familiares de las víctimas no puede ser la base de las soluciones que queremos construir. No puede ser la base de la diplomacia que queremos ejercer. Nunca podremos ser indulgentes con los crímenes de los dictadores del presente, mientras queremos justicia, verdad, reparación y no repetición de los crímenes de los dictadores del pasado. Esto ya no es ni siquiera un doble rasero, sino directamente un patrón de omisión inaceptable. Todos debemos aspirar a la Justicia para Venezuela.
Durante este tiempo, hemos visto cómo el régimen se ha burlado o engañado a sus interlocutores y/o «canales secundarios». Pero no pudo burlarse del pueblo venezolano, que una y otra vez creó alternativas democráticas, a menudo a partir de casi la nada. Lo hizo a un costo altísimo de sufrimiento, de violaciones sistemáticas de los derechos humanos perpetradas por el terrorismo de Estado del régimen dictatorial venezolano. La comunidad internacional todavía debe justicia a esas personas.
Contrapunto
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