A veces parece que la vieja costumbre de perder partidos en casa puede ser cosa del pasado. Que la nueva era, y como reflejo de la Vinotinto, podría quedar atrás para siempre. Por eso, la victoria de Puerto Cabello fue un espejismo; Vencieron al Defensor Sporting uruguayo por 3-2, aprovechando lo que representa jugar en casa, pero las posteriores caídas del Portuguesa y del propio Carabobo han hecho que los pensamientos regresen, inequívocamente, al pasado.
Puerto Cabello ya superó la primera ronda de la Copa Libertadores (que debería llamarse, como en la época en que la jugaban los mexicanos, Pre Libertadores) al imponerse por penales al rival, pero el sueño duró poco cuando Nacional, también de Montevideo, lo despojó de outsider y lo dejó al borde de la eliminación…
Portuguesa, por su parte, vio pasar a un equipo chileno, el Palestino, que, debido a la suspensión del partido inaugural del campeonato en Santiago, llevaba varios meses sin jugar un minuto. Con un fútbol artesanal, con poca imaginación y recursos, el conjunto de Acarigua pagó su ausencia de los torneos internacionales, aquellos de los años 70 donde era un consistente competidor.
Entendemos que la confederación sudamericana al darle participación a estos equipos de fútbol de bajo nivel ha abierto la mano con las fases de la Libertadores para que muchos puedan jugarla y sacar algo de dinero, pero tal medida ha distorsionado la percepción original del campeonato. .
En sus primeros y maravillosos años, en la copa sólo participaban los campeones, luego se amplió para incluir a los submonarcas, hasta llegar a esta época donde clubes, como Sporting y Palestino, pueden disputarla, sin el «antecedentes» de calidad. como lo requieren los fanáticos de toda la vida…
Hemos seguido el caso de Dani Alves en España en los canales de cable. Y de repente nos pareció extraño que un tipo como el brasileño, educado, educado y querido, hubiera caído en lo que cayó.
Es decir, Alves no ha abandonado la forma del famoso futbolista que es asediado por mujeres jóvenes que buscan su apariencia ante la sociedad «envidiosa» y el dinero a raudales del jugador estrella.
Pero como dicen que en lo prohibido acechan astutas tentaciones, el hombre cayó en la trampa de la pequeña carajita, quien, consciente o inconscientemente, le hizo morder la manzana del pecado. Ahora, como en el pasaje bíblico, el lateral derecho deberá pagar su momento de debilidad.
Te veo allí.