Caracas.- Feliciano Reyna, defensor de derechos humanos y presidente de la ONG Acción Solidaria, considera una buena noticia regresar al país luego de haber sido expulsado del país a principios de este año tras la invitación del ejecutivo a la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, pero espera sus recomendaciones serán atendidas.
Explicó que hubo mucha preocupación luego de que el personal abandonó la oficina del Alto Comisionado, porque esa presencia no estaba allí, sino que se activó tras el acuerdo con Michelle Bachelet, aunque no de manera oficial.
«Es un beneficio para el país que la gente pueda expresar y hacer recomendaciones de manera independiente e imparcial si no les está yendo bien en términos de derechos humanos», dijo.
Reyna señaló que la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos tiene el mandato de protección de estar cerca de las víctimas de violaciones de derechos humanos y ayudar al país a través de reuniones con el Estado venezolano.
La proximidad – subrayó – es «muy importante» porque hay problemas de acceso a la alimentación, a la salud y a la educación, y hay víctimas.
«No es lo mismo el trabajo que se puede hacer desde la distancia que el trabajo que se puede hacer desde aquí. Lo que tiene que decir sobre la existencia de la oficina y los acontecimientos relacionados con la política electoral es importante.»
La era del éxito
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