El portavoz oficial de la presidencia palestina, Nabil Abu Rudeineh, acusó este sábado a las autoridades israelíes y estadounidenses del deterioro de los territorios ocupados.
La autoridad subrayó que Tel Aviv cruzó todas las líneas rojas al insistir en los asesinatos y allanamientos de ciudades, pueblos y campamentos de refugiados palestinos, dijo Prensa Latina.
En este sentido, condenó el asalto al campamento de Balata en Nablus este sábado por la mañana que provocó la muerte de dos jóvenes y otros heridos, así como la continuación de las agresiones por quinto día consecutivo contra el pueblo palestino de la Franja de Gaza.
Abu Rudeineh responsabilizó al gobierno de ocupación israelí por estos graves crímenes y advirtió que tendrían grandes repercusiones en la estabilidad de toda la región.
También culpó a Washington del deterioro de la situación por su silencio ante los ataques israelíes y la falta de intervención inmediata para frenarlos, lo que hizo que la entidad enemiga persistiera en su agresión contra los palestinos.
El vocero oficial afirmó que el pueblo no permitirá que continúe esta política israelí contra su tierra y lugares sagrados; Al mismo tiempo, destacó su firmeza ante la presión.
Al amanecer, la incursión de los soldados israelíes en el campo de refugiados de Balata en Naplusa se cobró la vida de Saed Jihad Masheh (32) y Adnan Wasim Araj (19), quienes murieron tras recibir un disparo en la cabeza.
Según el reportero de la agencia Wafa, una unidad especial desconocida de las fuerzas de ocupación rodeó una casa en el centro del campamento mientras los francotiradores se disponían en los tejados.
El operativo generó enfrentamientos entre vecinos y militares que abrieron fuego y arrojaron gases lacrimógenos a la población.
Por su parte, el secretario general del Comité Ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina, Hussein al-Sheikh, pidió la reapertura de los cruces en la sitiada Franja de Gaza tras cinco días de cierre por parte de las autoridades israelíes.
En su cuenta de Twitter informó que Israel cerró todos los cruces hacia la Franja cuando inició su asalto militar al enclave marítimo el 9 de mayo, provocando una grave escasez de alimentos y suministros médicos, así como de combustible para administrar los generadores de energía.
Según el Ministerio de Sanidad, el número de palestinos asesinados desde principios de año en Cisjordania y la Franja de Gaza asciende a 150, incluidos 33 en la actual agresión israelí.