«Soy un guaro más… En este país encontré un hogar y uno siempre quiere volver a casa», dijo una vez Rangel Ravelo cuando le preguntaron sobre su insistencia en jugar en Venezuela. Luego tuvo cuatro temporadas consecutivas como importado procedente de Cardenales de Lara, y aunque estuvo ausente durante tres años después, la sensación definitivamente no ha cambiado.
El cubano reapareció en la última competición, uniéndose desde el primer día, y este año ha regresado justo en el momento culminante de un campeonato que los crepusculares han dominado a sus anchas. Y parece que siempre hay un lugar para él en Barquisimeto.
uno histórico
Es imposible que su nombre no esté en la historia de los Red Birds. Y no, no porque sea uno de los bateadores más consistentes de la última década, con un sólido promedio de .340 y OPS de .955, sino más bien por la regularidad con la que impulsa a Lara.
Según el periodista Alfonso Saer Jr. El cubano -cumple su sexta temporada en la LVBP- es ahora el cuarto extranjero que más veces ha defendido la camiseta de Cardenales de Lara. Está empatado con Paulo Orlando y sólo tiene por delante al tercera base Tom Evans (8) y al derecho Mike Riomano (7).
Tom Evans, estadounidense de 1 metro 85 de altura y 90 kilogramos, jugó con los Cardinals durante tres periodos diferentes, entre los 24 y los 36 años. Se vistió por primera vez en 1998 y 1999, luego fue constante de 2003 a 2006 y sus últimos tiempos fueron en 2009 y 2010.
En total, jugó 323 partidos con los Twilights, conectó 313 hits, incluidos 58 jonrones, e impulsó 216 carreras. Su promedio de bateo de por vida es .284.
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Mike Romano, por su parte, fue Cardenal de 1998 a 2001 y luego repitió en 2003, 2004 y 2008. En su haber hay 61 apariciones, 40 aperturas y 321 entradas en total. Su récord es positivo, 16-14, y la efectividad es de 4.22.
Probablemente Rangel no los especificó. Pero es una gran oportunidad para dejarlos atrás, porque su consistencia ofensiva y su pasión por los rojinegros siempre le dejan las puertas abiertas en Venezuela, país que lo enamoró con su béisbol candente.
«El béisbol venezolano está caliente como el béisbol cubano, siempre me hace pensar en mi país», reconoció un habanero, que ya coincidió 218 veces con Lara.