La quinta noche consecutiva de protestas en Francia dejó 719 personas detenidas, para llegar a más de 3.000 detenidos por las manifestaciones que sacudieron al país contra el asesinato del joven Nahel M, señalado como delito de origen racista.
En este sentido, el ministro francés del Interior, Gérald Darmanin, dijo en Twitter que el último día fue «más tranquilo» y agradeció a la policía por su actuación y las detenciones que realizó.
Un comunicado del Ministerio del Interior publicado horas después confirmó el total de detenidos y sumó 871 incendios en la vía pública y ataques a 74 inmuebles.
Además, anunciaron que los 45.000 policías y gendarmes permanecerán desplegados por toda Francia, para «garantizar el retorno del orden público a largo plazo».
La nación europea se enfrenta a una ola de disturbios por el asesinato de un joven de origen argelino a manos de la Policía el pasado 27 de junio, lo que ha desatado la indignación de miles de personas.
Nahel M recibió un disparo a quemarropa cuando intentaba huir de un puesto de control policial en Nanterre, en las afueras de París.
La mañana de este sábado, la familia Nahel realizó las exequias bajo el rito musulmán, en la ciudad de Rueil-Malmaison. El cuerpo fue enterrado en la sección musulmana del cementerio de Mont-Valérien.