Un buen grupo de gente del béisbol, llevamos medio siglo protestando por el insulto al deporte y al espectáculo que se señala como bateador.
Pero ahora que se cumple el 50 aniversario de la introducción de la Regla 6.10, que es el caso, para celebrarlo por todo lo alto, también se ha aprobado en la Liga Nacional.
Lógicamente, los directivos de béisbol del siglo XIX amaban más la estrategia que los de los siglos XX y 2000.
Pues durante 1899 hubo un movimiento para imponer los designados en la Liga Nacional, movimiento que afortunadamente fue rechazado muy pronto.
Y el loco proyecto de Charles O. Finley, que recientemente había comprado los Athletics, entonces de Kansas City, también fue rotundamente rechazado, en 1969.
Ese Finley fue la misma persona que puso fin a las prohibiciones de bigotes, barbas y cabello largo para los jugadores de béisbol.
Sugirió que «para hacer el espectáculo más fluido e interesante», en lugar de alineaciones de nueve jugadores, deberían ser 27, es decir, con 18 designados.
Y explicó: «Nueve jugadores sólo para golpear, nueve sólo para correr y los otros nueve sólo para defender. Y a eso ayudó revelar que el fútbol americano se juega de la misma manera».
El primer bateador designado fue la tarde del 9 de abril de 1973 en Fenway Park.
El primer lanzador fue el jardinero central Luis Tiant, de los Medias Rojas. El primer relevista de peso mediano de los Yankees, Ron Blomberg, quien fue lanzado.
El bateador designado destruye la simetría de las alineaciones y también destruye en gran medida la estrategia del béisbol.
En 1974, el cubano Preston Gómez era el manager de los Astros, que jugaban en la Liga Nacional. Entonces fui a Houston a transmitir una serie con los Rojos.
En el segundo de los tres juegos, J.R. Richard, de Houston, lanzó un juego perfecto, ya en la séptima entrada. En la segunda entrada de ese capítulo, le tocó batear a Richard, con un corredor en segunda y un out. El resultado fue un empate a cero.
Preston no lo pensó dos veces. Fue emergente para Richard con juego perfecto y todo.
Pues con un sencillo y un elevado de sacrificio, el corredor anotó y ganaron 1-0. Los relevistas de los Astros conectaron tres hits, pero no se anotó ninguna carrera.
El Houston Chronicle tituló a página completa: «Lo que ya no pueden ver en la Liga Americana».
Y ahora, tampoco en la Liga Nacional… Tenemos que irnos a Japón, donde la Liga Central mantiene limpio el béisbol.
Norma vigente desde hace cinco décadas
En su primera sección, 610, establece: Un bateador puede ser designado para batear en lugar del lanzador abridor y todos los lanzadores posteriores en cualquier juego, sin afectar de ninguna manera la situación de los lanzadores durante el juego. El bateador designado debe ser revelado en la tarjeta de alineación, que se entrega al árbitro de home.
El bateador designado debe batear al menos una vez, excepto cuando el club contrario cambie de bol. No es obligación para un equipo atrapar un Bateador Designado al lanzador, pero si el equipo no lo hace antes del inicio del juego, no podrá utilizarlo por el resto del juego.
La sabia visión de La Russa sobre el bateador designado
El abogado, Tony La Russa, fue manager de los Medias Blancas de Chicago durante nueve años, seguidos de otras diez temporadas con los Atléticos de Oakland, sumando 19 temporadas como titular con el bateador designado.
Pero los Cardenales lo contrataron a partir de 1996 y lo invitaron a dar una conferencia de prensa en St. Louis en diciembre de 1995. Asistí a esa reunión.
Y cuando Tony La Russa apareció en el ambiente de la conferencia, caminando hacia su asiento, dijo con una sonrisa a la multitud: “De verdad, muchachos, finalmente voy a dirigir de verdad. Queda muy poca estrategia en la Liga Americana”.