El presidente sirio Bashar al-Assad y su familia llegaron a Moscú después de que Rusia les concediera asilo por motivos humanitarios, informó Telesur citando a las agencias de noticias del gigante euroasiático Tass y RIA Novosti.
Esta decisión del Kremlin se produce en medio de una profunda inestabilidad en Siria, resultado de la agresión simultánea de grupos extremistas respaldados por Occidente contra el gobierno sirio.
Rusia enfatizó su compromiso con una solución política a la crisis siria, subrayando la necesidad de reanudar las negociaciones bajo los auspicios de las Naciones Unidas. Los funcionarios rusos han dicho que están en contacto con los líderes de grupos terroristas armados, que han garantizado la seguridad de las instalaciones militares y diplomáticas rusas en territorio sirio.
Anteriormente, el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso aclaró que Al-Assad tomó la decisión de dimitir y abandonar el país. El servicio diplomático ruso reveló que no participó directamente en las negociaciones entre al-Assad y las distintas partes implicadas en el conflicto, pero hizo un llamamiento urgente a todos los grupos para que renuncien a la violencia y busquen soluciones por medios políticos pacíficos.
Es importante recordar que los grupos terroristas que han tomado el control de la capital siria, Damasco, han impuesto un toque de queda en medio de saqueos y vandalismo de instalaciones públicas.
En un comunicado, el grupo Hayat Tahrir al Sham y extremistas aliados informaron que «el mando militar impone un toque de queda en Damasco desde las 4 de la tarde hasta las 5 de la mañana».
Sin embargo, la información difundida por estos grupos no especificaba cuánto tiempo duraría la medida.