La Central de Trabajadores de Argentina-Autónoma (CTA-A) exigió hoy la expulsión de la Cámara de Diputados de seis miembros de La Libertad Avanza (LLA) que visitaron a detenidos por crímenes cometidos durante la última dictadura cívico-militar (1976-1983). ).
En un comunicado, la CTA-A condenó este hecho y cualquier intento de negar, invisibilizar o someter las banderas de la Memoria, la Verdad y la Justicia.
Recientemente, medios informaron que asisten los legisladores del LLA Alfredo Astiz, Raúl Guglielminetti, Carlos Suárez (hijo), Antonio Pernías y Adolfo Donda, entre otros quienes han sido juzgados y encarcelados por el secuestro, tortura, asesinato y desaparición de miles de personas, incluidos niños. .
La visita a estos genocidas fue fuertemente criticada por sindicatos, políticos, organizaciones sociales y la expresidenta Cristina Fernández, quienes advirtieron sobre la intención de presentar un recurso para obtener su liberación.
Los diputados que acudieron al penal de Ezeiza son Beltrán Benedit, Guillermo Montenegro, Alida Ferreyra, Lourdes Arrieta, María Fernanda Araujo y Rocío Bonacci.
En su mensaje, la CTA-A expresó que lo sucedido amenaza al pueblo argentino y la historia construida durante más de 40 años de democracia.
Quien utiliza privilegios y poderes para validar las acciones de dictadura y genocidio, actúa objetivamente contra la democracia. Por lo tanto, no sólo no merece ser repudiado, sino expulsado del Congreso porque no honra la legalidad que le ha sido otorgada, señala el comunicado.
Asimismo, indica que todas las fuerzas políticas y sociales deben exigir un castigo ejemplar para los diputados del LLA y recuerda que los detenidos «siguen cometiendo crímenes contra la humanidad al guardar silencio y no decir dónde están los niños desaparecidos y apropiados».
Para este Gobierno la categoría negacionista es insuficiente: reivindica abiertamente la acción de la dictadura cívico-militar. La expulsión debe servir para frenar la intención de querer liberar a los genocidas. No permitiremos que se borre la memoria ni la verdad de los 30 mil detenidos desaparecidos, afirma el documento.