El Ministro de Economía y Planificación de la República de Cuba, Alejandro Gil, presentó el informe sobre el comportamiento de la economía del país, ante el Primer Periodo Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP) en su X Legislatura, donde indicó que el Producto Interno Bruto (PIB) de la nación caribeña cerró el año pasado con un incremento de 1,8 por ciento.
Gil recordó que en 2020, cuando comenzó el impacto de la pandemia del Covid-19, este indicador se contrajo de 10,9 por ciento, para luego anunciar un ligero aumento en 2021 (1,3 por ciento), por lo que desde entonces acumula una recuperación de 3,1 por ciento, a más de ocho por ciento de los niveles de 2019.
El ministro argumentó que, aunque no hubo decrecimiento en el mundo el año pasado, el aumento del PIB no se expresa en una mejora en la calidad de vida y es asimétrico, porque se concentra principalmente en el turismo, la comunicación y los servicios sociales.
En tanto, las actividades relacionadas con la producción de bienes primarios, como la agricultura, la ganadería y la pesca, se redujeron en 34,9 por ciento, y las relacionadas con productos secundarios, incluidas las industrias manufactureras y azucareras, se contrajeron en 20 por ciento.
Al hacer un análisis de estas cifras, el viceprimer ministro cubano dijo también que todos estos factores inciden en la alta inflación existente en la nación antillana, cuando uno de los problemas más debatidos en este Período Ordinario de la ANPP fue precisamente el de los altos precios.
La inflación comienza con el déficit productivo, agregó Gil, quien sostuvo que es necesario ir a las verdaderas causas de este fenómeno y no solo mirar lo que está en la superficie, pues la falta de oferta de productos y servicios es un factor determinante.
Afirmó que la inflación es el problema visible más complicado de la economía cubana, que afecta el poder adquisitivo de los salarios, disminuye el papel que debe jugar la moneda nacional, conduce a la dolarización y desincentiva las economías.
De acuerdo con el informe presentado a los diputados, la inflación general en 2022 llegó a 39 por ciento, impulsada principalmente por el aumento de precios en el rubro de alimentos y bebidas no alcohólicas, que hasta el cierre del año reportó un incremento anual de precios de 63 por ciento.
Las adversas tensiones macroeconómicas y productivas continuarán en 2023, cuando la inflación acumulada en los primeros cinco meses sea de 15 por ciento, mientras que la inflación interanual hasta mayo es de 45 por ciento respecto al mismo período de 2022.
Fuente: Prensa Latina
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