Si algo extrañarán los jugadores venezolanos en el enfrentamiento contra Perú serán los continuos y consistentes ataques de Ecuador. Porque mientras los jugadores de medio planeta atacaron y fueron despiadados en cada ataque porque así piensan en el fútbol, los peruanos, más educados en los valores tradicionales del juego, creen más en el trato amable con la pelota, en su disciplina táctica. infalible.
Porque nos ha parecido, a la luz del tiempo, que si hay dos escuelas en América del Sur que han respetado sus manantiales, sus ojos de agua y sus raíces, han sido Argentina y Perú. Los Incas, siendo Incas, creen en lo que hacen, no se desfiguran por muy contrastantes y duras que hayan sido las circunstancias y van tras el tesoro por vías formales. La razón no es un fútbol que podamos llamar burocrático, sino una forma de entenderla sin que haya nada que las haga cambiar…
Porque Perú no es Ecuador. El equipo de la raya diagonal en el pecho ya no es el irrepetible equipo mundialista de Teófilo Cubillas, La Rosa, Velásquez y Cueto que sorprendía a la afición y vestía con elegancia y glamour; ni siquiera el fresco de Farfán y Pizarro, que también gustó y entretuvo. Ahora es un grupo con menos finura, con jugadores de menor calibre, pero que sigue respetando los valores.
Entonces la Vinotinto seguramente cambiará su comportamiento, se armará de otra manera, pero confiando siempre en el maravilloso momento vivido por sus mejores hombres. En la Vinotinto hay que hacer énfasis en el concepto de cooperativismo, en la solidaridad que se encuentra en sus actores; Llegará cuando tenga que llegar, el gol lo marcará quien tenga que hacerlo. Porque en el fondo de todo y de todos hay un solo pensamiento, una idea instalada: llegar por primera vez al Mundial y trascender los lados caprichosos y esquivos de la historia…
El martes habrá expectación entre la gente, porque hay demasiada fe en llegar al Mundial de Canadá-Estados Unidos y México. Y esa fe tendrá nombre si hablamos de Yeferson Soteldo, el atacante que aparece contra el crack, y a quien los venezolanos querrán ver en la ejecución de sus piruetas y sus engaños; en Salomón Rondón, el goleador renacido que en el River Plate de Buenos Aires suena como en su época de esplendor en Inglaterra; en los centrales, en los laterales, en el portero, en el centro del campo, en el filial, en un juego de equipo armonizado que promete mucho y que aumenta el vuelo hacia la esperanza nacional. Ecuador tenía la palabra, ahora tiene la palabra Perú.
Te veo allí.