La historia de los perros en el Titanic es una de las más famosas, solo había 12 perros, pero solo tres de ellos lograron salvarse. Los historiadores señalan que puede haber más en otras partes del barco.
Los perros de ese viaje figuraban como carga en los registros del barco, y se pensaba que algunos de ellos estaban escondidos, pero murieron la noche del hundimiento. Se rescataron dos pomeranias y un pequinés, tres perros pequeños.
Todos eran mascotas de personas que iban a la primera clase y se estima que los llevaron consigo la noche del hundimiento. Estos eran fáciles de esconder y eran los perros que iban con la gente en la cabaña.
Perros a bordo del Titanic
Uno de los perros rescatados fue el perro del Capitán Smith, el cual fue llevado al barco antes de zarpar y pasó la noche con el hombre que iba a conducir el barco. El hombre, llamado Ben, fue llevado al día siguiente por la hija del capitán, pero el perro nunca volvió a ver a su amo.
Este es uno de los casos más tristes. Ana Elizabeth Isham, una señora de 50 años visitaba a su gran danés en la bodega del barco. Al caer la noche, le dijeron que no podía llevárselo.
La señora, cuyos ojos se llenaron de lágrimas, prefirió quedarse en el barco y morir junto a su perro. De hecho, su cuerpo fue encontrado en aguas heladas una semana después; la mujer murió en los brazos del perro.
Esa noche, varios pasajeros lloraron a sus mascotas.
Anoche los perros quedaron en los galpones y sus dueños los visitaron. Entre las razas de perros estaban el Chow Chow; otras razas exóticas que han muerto aparte del bulldog.