Caracas.-“Espero que hayamos aprendido a no crear dinero con financiamiento ilimitado del Banco Central de Venezuela (BCV) y tengamos prioridades claras: reducción de la inflación, disciplina monetaria y fiscal”; Así lo afirmó el economista Pedro Palma, codirector de Ecoanalítica, en el recinto Agenda Económica de Éxitos este miércoles, al repasar la historia económica de Venezuela en los últimos años.
Recordó que antes de la nacionalización del petróleo, la realidad de Venezuela era que vivía de los ingresos petroleros, un país que tuvo muchos años de estabilidad y resiliencia hasta la primera crisis energética en los años 1970, que llevó a la crisis del petróleo.
Palma explicó que durante los dos años de gobierno de Peres se nacionalizó la industria petrolera, que estaba en manos de empresas multinacionales, y desde su punto de vista esa decisión fue acertada.
Ya en 1979 -recordó- con el derrocamiento del Sha de Irán, los precios del petróleo volvieron a subir y la devaluación inmediata del bolívar no se produjo, fue pospuesta hasta 1983 con el Viernes Negro, cuando Venezuela entró en una fase inflacionaria;
«Al final del gobierno de Lucinci, la economía estaba en una etapa crítica, por lo que Carlos Andrés, el padre de la bonanza, fue elegido en el 75, pero el Caracazo fue inevitable por el aumento del precio de la gasolina. Como resultado, la situación empeoró y Chávez intentó un golpe de estado», añadió.
Palma informó que los controles cambiarios se levantaron en 1996 bajo el gobierno de Caldera, pero el malestar continuó y en 1998 los venezolanos buscaban un cambio radical.
El caso es que llegó la era Chávez, comenzó un caos masivo en el aparato productivo privado, lo que llevó a la nacionalización de muchas de estas empresas, y comenzaron a producir sólo una fracción de lo que hacían en manos privadas.
«El país pasó entonces a depender de las exportaciones, y para ello necesitaba divisas aportadas por la industria petrolera, que fue destruida por el gobierno en cuestión, dejando a PDVSA expuesta a verdaderos saqueos tras los despidos masivos tras la huelga de 2002. Deuda pagos a China y financiación de las misiones de Chávez, dijo.
Según él, en 2014 la producción de petróleo disminuyó enormemente, lo que limitó las posibilidades de importación y comenzó un período de gran escasez.
Palma afirmó que Venezuela es un país libre de sanciones, pero ha sido afectado por 15 años de pésima política pública, que ha provocado que el gobierno agote su principal fuente de ingresos petroleros y recurra a la producción masiva. dinero con financiamiento ilimitado del BCV.
En 2017, las puertas de las finanzas internacionales se cerraron al país cuando llegaron las primeras sanciones, impidiendo la compra y venta de PDVSA o bonos venezolanos en Estados Unidos, porque además vinieron sanciones contra el BCV.
«Venezuela, sin ingresos internos debido a la destrucción de su aparato de producción petrolera, recurrió al financiamiento del BCV como último recurso, lo que le llevó a crear dinero libremente, entrando en el proceso hiperinflacionario más intenso, la hiperinflación de América Latina en 2018. El 136.000% (…) de las sanciones petroleras ya se han impuesto en 2019”, explicó.
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