Mauricio apenas llevaba una semana trabajando en una torre de Valencia, pero esa mañana lo despertaron unos pasos extraños. Era el año 1989, y yo estaba escuchando Mundial 1220, Magallanes ya había terminado de tocar. Estaba dormitando en el vestíbulo cuando oyó pasos rápidos en las escaleras.
Las escaleras eran de hormigón, no sufrieron daños porque siempre estaban iluminadas. Inmediatamente se frotó los ojos y decidió echar un vistazo a las plantas bajas. La tensión y el miedo se apoderaron de su sentido del oído.
Como si alguien se escondiera, decidió seguir caminando con la torre, pero nada cambió. Pero le sorprendió oír ruidos en otros pisos.
¿Pero qué es tan extraño?… dijo el guardia… Se molestó aún más cuando escuchó los ruidos… como silbidos, murmullos y aplausos entre ellos. Llegó al séptimo piso pero no notó nada extraño.
Pasos extraños
Al bajar del tercer piso, se sorprendió al escuchar nuevamente pasos en las escaleras. Se puso nervioso y esperó en las escaleras unos minutos hasta llegar al segundo piso.
Pero luego no escuchó nada, incluso dijo… ¿alguien vino a molestarlo? Pero el silencio fue la respuesta que recibió esa mañana, y luego no se escuchó nada.
Meses después, Mauricio tomó conciencia de que podía escuchar pasos, ruidos y hasta personas hablando en las escaleras de esa torre.
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