Francia vive este martes la sexta jornada de protestas contra la reforma de las pensiones impulsada por el Gobierno de Emmanuel Macron.
Durante la protesta, a través de la cual los sindicatos intentaron paralizar el país, se bloqueó el combustible de todas las refinerías, se cancelaron los trenes y se cerraron las escuelas.
Los franceses apoyan la huelga
Dos de cada tres franceses, según las encuestas, se oponen al proyecto de reforma que pretende retrasar la edad de jubilación de 62 a 64 años en 2030 y adelantar a 2027 la obligación de cotizar 43 años (y no 42, como ahora) para cobrar . pensión completa, revisión AFP.
En este sentido, todas las encuestas de los últimos meses muestran un rechazo abrumadoramente mayoritario a la reforma (68%, según un sondeo de Ifop publicado el domingo) y apoyo a los sindicatos en sus planes de prolongar los paros más allá del martes (56%, según otra encuesta de Elabe hecha pública el lunes), dice EFE.
Los sindicatos esperan que la intensidad de la manifestación de este día ejerza suficiente presión para que el Ejecutivo devuelva su proyecto.
“La responsabilidad es solo del gobierno. No se puede hacer oídos sordos a este movimiento social”, dijo el secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT), Philippe Martínez, en France Info.
Más de 250 movilizaciones están previstas en suelo francés este martes, dice Prensa Latina.
Por otro lado, el Gobierno se mantiene firme, argumentando que si no hay reforma, el sistema tendrá un déficit anual de 12.500 millones de euros en 2030, y espera aprobar este mes el proyecto, que se trata en ambas cámaras del Parlamento.