La Oficina de la Asamblea Nacional francesa dio luz verde este martes a la propuesta presentada por el partido de izquierda Francia Insumisa (LFI) para iniciar un procedimiento de impeachment contra el presidente del país, Emmanuel Macron.
La izquierda afirmó su mayoría en la mesa y, por doce votos contra diez, el órgano que rige el funcionamiento de la Cámara Baja aceptó que la Comisión de Derecho estudie la moción, que llegó con la aprobación de 81 diputados y más de 300.000 firmas. con los argumentos de que Macron ignora la voluntad popular expresada en las urnas y ha asestado un golpe a la democracia, tras negarse a nombrar un primer ministro del Nuevo Frente Popular, que fue la lista que obtuvo más diputados en las legislativas de julio con 193, aunque lejos de la mayoría absoluta.
La France Insoumise acusa al presidente de no haber respetado «la voluntad expresada por el sufragio universal», al tiempo que pide a la Asamblea Nacional y al Senado que «defiendan la democracia contra la tentación autoritaria» de Macron, que dicen no saber «dónde irá». ser.» fin».
Los izquierdistas invocaron el artículo 68 de la Constitución, que permite al Parlamento destituir al presidente por «incumplimiento de sus funciones manifiestamente incompatible con el ejercicio de su mandato».
El Partido Socialista, que no había votado a favor, acordó en el último momento impulsar al menos el estudio de esta iniciativa, que de salir adelante implicaría el impeachment del presidente de Francia. «Es un acontecimiento sin precedentes en la historia de la Quinta República», celebró la líder parlamentaria del LFI, Mathilde Panot.
Se trata del primer paso de un largo proceso, que los expertos ven complicado para ser aprobado, ya que se requiere una mayoría de dos tercios de los 577 asambleístas tanto en la Asamblea Nacional como en el Senado.
Ahora, el texto será estudiado en una comisión de la Asamblea Nacional, que deberá presentarlo a la agenda entre 13 y 15 días después de la sentencia.
El 5 de septiembre, después de semanas de consultas e incertidumbre debido a las brechas abiertas entre los bloques políticos del nuevo Parlamento francés, el presidente Macron nombró primer ministro al exnegociador del Brexit, Michel Barnier, que tiene la misión de «formar un gobierno de unificación».