Oswaldo Cabrera casi no ha tenido tiempo de juego con estos Yankees de Nueva York, pero cuando se le ha dado la oportunidad ha sabido aprovechar y hacer las pequeñas cosas para cumplir la misión de sus líderes en el Bronx.
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Pero en sus últimos nueve juegos; de los cuales solo ha sido titular en cuatro, el Guarenas tiene promedio de .375 con seis hits en 16 turnos, con dos anotadas, cinco anotadas, una base robada, OBP de .444 y OPS de .819 en 18 visitas al plato. Tiene dos juegos seguidos de múltiples hits.
Además, que el BABIP en ese lapso se mantenga en .546, ¿qué significa eso? Que ha hecho buenos contactos y ha dado buenos giros, esperando la pista ideal; cualidad que cobra relevancia cuando sabes que no tiene mayor ritmo de juego y habla bien de su planteamiento a pesar de que no es un jugador común y corriente.
Ha lucido menos vulnerable en la caja de bateo.
Ahora bien, un aspecto a resaltar en Oswaldo Cabrera este año es precisamente esa selectividad en la caja de bateo. De hecho, tiene una tasa de oscilación –es decir, oscilaciones fallidas– del 18,5%. Esa es la segunda mejor cifra entre los bateadores de los Yankees con al menos 200 apariciones en el plato, sólo detrás de Alex Verdugo (16,3%).
Gracias a esto, su vulnerabilidad en el plato ha disminuido. Incluso se ha ponchado un 2% menos que la temporada pasada (21,8% frente a 19,8%). Por supuesto, ha resultado en un promedio más decente que en 2023, cuando apenas podía batear .211 en 115 juegos. Sin embargo, todavía está lejos de considerarse bueno; ya que está en .247; producto de 55 hits en 223 golpes.
Aunque también cabe mencionar que con sus dos impulsadas del lunes en el triunfo 9-1 ante Tampa Bay, ya suma la misma cantidad de impulsadas que el año pasado (29). También ha marcado 32, apenas tres menos que en 2023.