“La ONU no está involucrada en monitorear o regular la venta de armas en los países (…) Nuestra reacción ante la violencia armada que tenemos en este país y en otros lugares es de conmoción y horror, pero es responsabilidad de los gobiernos establecer políticas donde sientan que pueden proteger mejor a su propia población», dijo Dujarric, en una sesión informativa.
Se confirmó la muerte de cinco personas el 10 de abril, mientras que otras ocho fueron atendidas en un hospital después de un tiroteo en un banco en el centro de Louisville, Kentucky. El atacante era un empleado del banco, reseña Sputnik.
El 27 de marzo, un exalumno de 28 años abrió fuego en la Escuela Covenant en el estado de Tennessee (sureste).
La mujer hirió de muerte a tres niños de nueve años y a tres miembros del personal, incluido el gerente, antes de que la policía la matara a tiros.