El jefe de la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, se pronunció este jueves para expresar su preocupación por las consecuencias que podría provocar el derrumbe de la represa de Kajovka, luego de que las fuerzas ucranianas destruyeran una parte del embalse.
Al respecto, Grossi dijo que la disminución del nivel del agua puede provocar la reducción de las fuentes de refrigeración y daños en los reactores de la central nuclear de Zaporozhye, informa Sputnik.
Esto se debe a que la central hidroeléctrica de Novaya Kakhovka recibió graves daños y provocó el nivel del agua en el tanque de refrigeración de los sistemas de la central nuclear de Zaporozhye.
“Es una situación grave. Entonces no queremos minimizar la implicación de que no hay problema. Sí hay problema porque hay una bajada, una bajada paulatina del nivel de agua que está en el embalse y en el piscina de enfriamiento, que es muy importante para enfriar los reactores», destacó.
Inspección
“Determinaremos nuestra posición como OIEA, desarrollaremos las medidas de respuesta que recomendaremos. Estoy seguro de que la sede tiene sus ideas al respecto. Queremos discutirlas. A corto plazo, en un futuro no muy lejano. , puede haber consecuencias si la situación se deteriora o empeora”, dijo.
Grossi insistió en que la OIEA continuará realizando inspecciones de la central nuclear de Zaporozhye hasta que se estabilice la situación.
“Como jefe de la OIEA, no solo hablaré sobre esto, sino que viajaré al sitio para evaluar en persona lo que está sucediendo, hablar con el liderazgo actual allí, hablar con los operadores aquí, hablar con todos, hacer una evaluación. .. (…) Hasta que la situación se estabilice en general, debemos seguir haciéndolo, y por eso estuviste. [7 de junio]después de la noticia de la destrucción de la presa en el Dniéper, anuncié que volveré para evaluar cuál es la situación», agregó.
Sabotaje
Rusia ha instado a la comunidad internacional a condenar los «actos criminales» de Ucrania que representan una grave amenaza para la seguridad regional y mundial.
Según el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, la destrucción de la presa es un sabotaje deliberado por parte de Ucrania para «privar a Crimea de agua».