La decisión de Estados Unidos de enviar bombas de racimo a Ucrania es otra manifestación deliberada de su curso antirruso, dijo el sábado la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Maria Zakharova.
“La decisión de la administración de Joe Biden de proporcionar municiones en racimo al gobierno de Kiev tiene como objetivo extender el conflicto en Ucrania y la guerra hasta el último ucraniano”, dijo el diplomático. Al tiempo que agrega que es «un cínico intento de prolongar la agonía de las actuales autoridades ucranianas, independientemente de las bajas civiles».
Según la información publicada por la agencia de prensa Sputnik, Zajárova aseguró que “la entrega de las bombas de racimo es un gesto de desesperación y una prueba de impotencia ante el fracaso de la tan publicitada contraofensiva ucraniana”.
Según la portavoz rusa, Washington sabía muy bien que las «promesas» de los ucranianos de usar estas armas «con cuidado y responsabilidad, no valen nada y los civiles estarán en peligro».
Zajárova advirtió que los elementos de las bombas de racimo «pueden permanecer sin explotar durante mucho tiempo y ser detonados tras el fin de las hostilidades», como sucedió tras su uso en Oriente Medio y otras regiones del mundo.
«Al proporcionar municiones en racimo, Washington será en realidad un cómplice en la minería del territorio y compartirá plenamente la responsabilidad de quienes morirán a causa de las explosiones, incluidos los niños rusos y ucranianos», enfatizó.
Zajárova subrayó que el envío de bombas de racimo a Kiev es «una implicación cada vez más profunda de Estados Unidos y sus satélites en las hostilidades» y exigió una respuesta adecuada de la comunidad internacional. «La comunidad internacional no tiene derecho a ignorar estos hechos obvios y debe responder adecuadamente».
El viernes, el Departamento de Defensa de EE. UU. anunció nueva asistencia militar a Ucrania que incluye municiones convencionales mejoradas de doble propósito, también conocidas como bombas de racimo; Estos se lanzan en caída libre y contienen un dispositivo que, al abrirse, suelta a su vez miles de minibombas que se esparcen en un radio de 400 metros.
Las municiones en racimo están prohibidas por una convención internacional ratificada por 123 países, incluidos Estados Unidos y Ucrania.
El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, advirtió que los países occidentales que apoyan a Ucrania se han convertido en partes del conflicto y que cualquier envío de armas a Kiev se convertirá en un objetivo legítimo para las Fuerzas Armadas rusas.
Fuente: Sputnik
TVV/FB