«Antes de cobrar un impuesto me corto el brazo.» Así, de manera contundente y categórica, durante un programa de televisión en vivo y en directo, el candidato luego JavierMiley En la campaña electoral advirtió que si llegaba al poder no lo lanzaría contra los ciudadanos sino contra la entelequia que popularizó bajo la etiqueta de «casta». Tras las medidas de este martes, con una devaluación superior al 50 por ciento, aranceles elevados y sin contrapartida en salarios y pensiones, el paquete incluye también un aumento considerable del «impuesto país». Ahora queda por ver si el hombre que dijo haber venido «diciendo la verdad» podría cometer una inmolación, en honor a su palabra prometida.
No fue su única contradicción. Una vez electo presidente, aseguró que «al pueblo no le toca, por lo que el ajuste recaerá en los gastos que genera la política». Pasaron algunas semanas desde aquella afirmación, y además era falsa.
«El Talmud dice que hay cuatro grupos de personas que no son dignas de recibir la presencia Divina. Uno de ellos son los mentirosos», dice. Aryeh Citron, en un artículo titulado «Diga la verdad, ¿y cuándo está permitido ser menos honesto?»
Y añade: «A un nivel muy práctico, está claro que cuando una persona se acostumbra a decir la verdad, la gente confía en ella, como dice el versículo: «El lenguaje verdadero permanece para siempre». Es habitualmente mentiroso, la gente no confía en él, como continúa el versículo: «Pero una lengua mentirosa, sólo por un momento», es decir, su confiabilidad es muy corta.
Sin embargo, «encontramos que bajo ciertas circunstancias es permisible o incluso aconsejable mentir. La razón de esto es que el mandamiento bíblico contra la mentira incluye sólo una mentira que cause daño a otra persona, como dice el versículo: «A distancia de palabras falsas; No mates a un hombre inocente o justo.’ En otras palabras, está prohibido mentir de forma que cause la muerte o daño a cualquier persona».
Citron nombra situaciones en las que el judaísmo tolera «mentiras piadosas permitidas», es decir: «cambiar la verdad para practicar la humildad», «cambiar la verdad para proteger a otro de algún inconveniente o peligro», ocultar información a una persona cuya salud podría empeorar si sabía lo que se ocultaba, «una mentira piadosa que se dice para proteger a otro de pasar vergüenza», «utilizar expresiones exageradas cuando está claro que es una exageración».
Sin embargo, «siempre hay que tratar de no decir una mentira total, sino decir la mitad de la verdad. Incluso en estos casos, se debe tratar de evitar mentir a los niños, para no educarlos a mentir. Además, en tales circunstancias , no debe mentir constantemente.»
El artículo de Citron está publicado en el Portal Jabad Lubavitch, en español. Es el grupo ortodoxo al que adhiere el nuevo presidente de Argentina, y con el que celebró Hanukkah minutos después de los anuncios del ministro. Luis «Totó» Caputo; y dos días después de un discurso de toma de posesión plagado de datos falsos.
Fuente: Página 12/ John Paul Csipka
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