El presidente de Argentina, Javier Miley, 45 días en el poder, enfrenta el primer paro nacional contra un plan de regulación financiera y reformas a las normas y reglamentos que han regido al país durante décadas.
Ya el miércoles por la mañana, cientos de manifestantes se reunieron frente al parlamento argentino y otros lugares de Buenos Aires, respondiendo a un llamado de las centrales sindicales para protestar contra las reformas económicas propuestas por el presidente Javier Milen, quien asumió el cargo hace poco más de un año. antes. mes
Se espera que la huelga de 12 horas, que ya afecta a algunos de los servicios clave del país como transporte, bancos, hospitales y oficinas gubernamentales, tenga su mayor participación por la tarde, siendo el principal organizador la Confederación General del Trabajo (CGT). .
Milei, un economista de perfil ultraliberal, ganó la presidencia de Argentina prometiendo cambios audaces en la gestión económica de un país agobiado por una crisis económica perpetua que ha llevado a casi la mitad de su población a la pobreza.
En una entrevista con los medios locales esta semana, Milei atacó a los organizadores del paro, diciendo que eran parte de un sector que «quería permanecer atrasado, en el pasado y en decadencia» y en contra de un modelo que «nos puso en el camino del desarrollo».
En las protestas un decreto presidencia, Se trata de la conocida como «Ley Ómnibus», que pretende derogar o cambiar más de 300 normas para regular la economía argentina, permitiendo una fuerte intervención estatal y cambios profundos en materia laboral. Con este plan, el gobierno de Milei busca reducir el gasto público y reducir el déficit fiscal, que provoca una inflación del 211% anual.
El capítulo laboral del plan Milei ha sido y será rescindido por la justicia a pedido de las demandas iniciadas por la CGT y otras centrales sindicales. analizado por el Tribunal Supremo. El proyecto de ley ya fue presentado al Congreso argentino, que lo considerará este jueves, pero enfrenta un futuro incierto debido a la aparente desventaja numérica del Gobierno en ambas cámaras.
La semana pasada, y tras conocer el llamado a un paro general, el gobierno argentino anunció esto Los días no laborables se descontarán a los empleados públicos a sumarse a la huelga, y la CGT y otras centrales sindicales y organizaciones sociales de izquierda argumentaron que la medida tenía como objetivo intimidar a los trabajadores y «criminalizar» la protesta social.
Agencias