Fue en 1990 cuando pisó por primera vez las tierras del estado Amazonas. Con el paso de los años, por diversos motivos y tareas asignadas en Pdvsa, como ministro de Ambiente y en otros cargos gubernamentales, Miguel Rodríguez empezó a visitar la región con mayor regularidad y ver sus potencialidades territoriales, económicas y sociales.
En los comicios del 6 de diciembre de 2015 resultó electo como diputado a la Asamblea Nacional por el Psuv en representación de Amazonas y el 15 de octubre de 2017 fue electo gobernador de la entidad. Sin importar los riesgos y motivado por sus ganas de darle una mejor calidad de vida a los hermanos originarios, el oriundo de El Tocuyo, estado Lara, ha recorrido la selva por vía fluvial y a pie para conocer la realidad.
Es ingeniero químico, egresado de la Universidad de Los Andes, pero en su cargo de mandatario regional le ha echado pichón a todo, he realizado labores de “médico”, “enfermero”, relata Rodríguez, quien se ha convertido en un integrante más de las comunidades indígenas que habitan en el Amazonas.
Durante una breve estadía en la ciudad capital, visitó Últimas Noticias y habló sobre el Proyecto de Desarrollo Económico Social Nueva Amazonas, con el que busca impulsar las principales capacidades económicas de la entidad, como la agricultura, la pesca, la minería sustentable y el turismo. Su objetivo es lograr la soberanía total del territorio, con gente y con proyectos que traduzcan el trabajo en beneficios para la región.
—¿De qué se trata el proyecto que están desarrollando en Amazonas?
— Tenemos el Proyecto de Desarrollo Económico Social Nueva Amazonas, que ya está convertido en Ley Estadal de Desarrollo Económico Social Nueva Amazonas. Esos 182.000 kilómetros cuadrados, ese territorio tan importante y tan estratégico para el país, no puede ser visto como un todo, hay que empezar a verlo por territorio. Por ejemplo, en el norte del estado tenemos una realidad con Bolívar, Apure y Colombia. Es una dinámica social histórica que la gente de Bolívar ha ido para Amazonas, que la gente de Puerto Páez y Codazzi, estado Apure, ha ido para Amazonas. También los del municipio Cedeño de Bolívar.
—¿Cuáles son las áreas de desarrollo de la Nueva Amazonas?
— Interpretando esa dinámica social de que parte del territorio de Bolívar y Apure se mueve hacia Amazonas recordamos un poco lo que decía el Comandante Chávez: ¿Qué nos pasa con los límites de los estados, esos pueblos que quedan en los límites de dos estados y que están muy lejos de los centros de poder? Pues nadie los atiende porque pareciera que no son ni de un estado ni del otro. Allí el Comandante colocaba como ejemplo que esa era la oportunidad de hacer distintos motores y de allí nace la idea de motores. Tenemos los estados Apure y Bolívar y estamos frente a Colombia, y allí queda perfectamente lo que nosotros le hemos propuesto al alto gobierno como el Distrito Motor Orinoco. En esa zona tenemos para desarrollar la pesca, del lado de Bolívar la minería sustentable y con Apure la producción ganadera. Actualmente lo que ocurre es que todo lo que producimos de estos tres estados –ya sea cacao, pescado, ganadería o minería–, pasa la frontera. ¿Dónde está el valor agregado, lo que nos debe quedar a nosotros? Nos queda el hospital, las vías, el agua, la luz y la riqueza se va por otra vía. Para el centro del estado, en los municipios Autana, Atabapo y Manapiare, hay otra realidad y hablamos del Distrito Motor del Orinoco Medio. Allí tenemos las potencialidades del turismo porque está el cerro Autana y el río Sipapo, donde hay comunidades indígenas que toda su vida vivieron del turismo. También está el área agrícola con la producción de piña, copoazú y mañoco (uno de los derivados de la yuca). Esos productos tienen salida, pero no formal. El productor agarra su saco y lo lleva al que le dé algo, al mejor postor.
—¿Cómo está el turismo?
—En el Orinoco Medio y en la Zona Especial de la Triple Frontera, que es con Colombia y con Brasil en Río Negro, uno de los puntales es el turismo porque tenemos la pesca deportiva en los ríos Pasimoni y Pasiva. Ya estamos reactivando la zona y cada día hemos logrado, con el Ministerio de Turismo y con los pueblos indígenas, retomar el tema turístico como una posibilidad de vida. Empezamos aproximadamente hace tres años porque iniciamos prácticamente de turismo cero. La gente que va a Amazonas lo ha hecho más por algo personal, de amistad y de aventurero. Con Conviasa se activó un vuelo los días lunes y ya la gente puede programar en una semana para estar unos días en Puerto Ayacucho, ir a la Piedra de la Tortuga, al Tobogán de la Selva y Pozo Azul. En este último mes han pasado de Carreño para Puerto Ayacucho más de 60 colombianos con un full day que va al Tobogán de la Selva, se queda una noche en el hotel y al día siguiente se devuelven a Colombia. También tenemos el cerro Autana, donde se llega a pie a algunos sitios, y se puede quedar en las churuatas con los Piaroa y amanecer frente al cerro, además, se pueden hacer varias caminatas. En Carnaval nosotros invitamos a la gente con el eslogan “Autana te espera” y no sabíamos qué iba a pasar. Unos compañeros se incentivaron y compraron en Brasil un barco de madera y se empezó a ofrecer full day con una estadía en el municipio Autana, sin ir al cerro sino en las islas que se hacen en verano, y la gente nos pasó por encima. Colocamos una chalana y empezamos a pasar los carros para Isla Ratón, la isla de agua dulce más grande que tiene el país, y la cantidad de personas que recibimos fue bastante. En Carnaval recibimos como 3.000 personas y en Semana Santa casi 4.000. El tobogán también estuvo lleno con 800 personas diarias y Pozo Azul hasta 2.500, pero ya más con turismo local. Volvió para Amazonas gente que no había vuelto más nunca.
—¿Cuál es el factor que los está trayendo de nuevo?
— Están viendo que estamos buscando opciones. Hay operadores turísticos que resistieron, que mantuvieron sus infraestructuras y sus equipos. En Autana se puede hacer kayak, surfear en agua dulce, está el barco con todos los servicios que lleva desde Puerto Nuevo, en Samariapo, hasta la Isla Ratón, con una capacidad de 40 a 45 personas. Eso es permanente.
—¿Qué avances tienen en el área de los servicios?
—Ante las dificultades hemos buscado cómo resolver y hemos fortalecido la institucionalidad para darle respuesta a la gente. Me conseguí una gobernación sin nada. Hemos mejorado el servicio de agua potable. Se ha llevado a comunidades indígenas y en Puerto Ayacucho se ha mejorado en más del 40% con apoyo del Ministerio de Aguas. También creamos Hidroamazonas. Para el tema de la basura y el relleno sanitario se creó Saneamiento Ambiental Amazonas. Tenemos, en coordinación con el Ministerio de Ecosocialismo el vertedero mejor controlado de Venezuela en la selva, que lo hemos ido construyendo en la entrada de Puerto Ayacucho. Eso te recibía con humo, zamuros y moscas y ahora cuenta con 14 hectáreas de bosque plantadas. En ese vivero se consiguen churuatas y comida. Estamos empeñados en hacer de Puerto Ayacucho una ciudad modelo. Se han ido recuperando los espacios públicos, como la redoma Autana y la plaza Bicentenario, que lo hicimos con la Misión Venezuela Bella. Construimos una plazoleta en una de las entradas de Puerto Ayacucho, donde antiguamente estaba un símbolo de Acción Democrática, y recientemente reinauguramos con Venezuela Bella la redoma del tiempo, en la que colocamos un reloj. Ahora tiene jardinería y se mejoró la vía. Marca el tiempo en el que está naciendo la Nueva Amazonas con la gente, sin distingo, para todo el mundo porque creemos que Amazonas tiene que ser referencia. Eso es el empeño, nuestro propósito de vida y nuestro sueño, que lo estamos plasmando en cada cosa que hacemos.
—¿Qué se ha hecho en el tema de la seguridad en la región?
—No teníamos policía. La policía del estado estaba reducida al mínimo, no quedaban ni 80 funcionarios. Con la creación de la Unes en Puerto Ayacucho creció la policía estadal y municipal, junto a la Policía Nacional Bolivariana. Las zonas fronterizas son complejas, eso no es tan sencillo y siempre vamos a tener problemas porque nuestra frontera física es el río y lo que hace la gente es cruzar y ya está en el otro lado y no se puede actuar contra eso. Parte de lo que nos pasa en la seguridad es eso. Es muy fácil cometer un hecho delictivo y pasarse al otro lado. Hemos venido trabajado bastante y lo primero que hemos hecho es reforzar las capacidades de la policía. En esta etapa estamos en la formación para llegar a 300 funcionarios, pero aún nos falta y seguimos trabajando. Estamos creando con el Poder Popular las brigadas comunitarias de paz, porque el problema en el barrio es de convivencia y la estamos fortaleciendo a través de juegos de voleibol, bolas criollas, bingo. En junio hicimos 298 actividades comunitarias, entre ellas, encuentros, conversatorios, culturales y deportivas.
—¿Cómo hace con la salud?
—Le hemos puesto alma y corazón a ese tema. Cuando llegamos a la Gobernación Puerto Ayacucho solo tenía al hospital José Gregorio Hernández que tiene 75 años. Ahora sumamos un materno infantil que funciona en la parte que era la emergencia de un lugar que intentó llamarse hospital y que fue un gran fraude para nuestro estado. Hace cinco años se inició el proyecto Sistema Integral de Urgencias Médicas Amazonas que tiene cinco ambulancias con médicos y paramédicos. Una de las cosas por las que nos preocupamos cuando llegamos es que todo el mundo tenía ambulancia, pero el pueblo no tenía, por lo que nosotros creamos el sistema y hemos realizado 38.000 traslados internos y hemos traído de Amazonas para el resto del país más de 500 pacientes. También vamos para dos años y medio con la creación de la unidad de hemodiálisis, que tiene nueve sillas y actualmente hay 11 pacientes renales atendidos en Amazonas. La familia de un paciente de diálisis tenía que mudarse para Maracay, Apure, Bolívar o a donde te hicieran la diálisis, pero eso se acabó y son atendidos allá dignamente. Ahorita está para inauguración en los próximos días el Centro Odontológico Amazonas en la sede de la clínica de la gobernación y tiene siete sillas odontológicas. Una de las gestiones que ando haciendo para la sala de imagenología. Ya está instalado el mamográfo, radiografía y ecografía, además, habrá tomógrafo.
—¿Hay un proyecto de infraestructura que esté en vía de consolidación?
—En estos momentos tenemos no una obra grande, pero sí de mucha importancia y se trata de la rehabilitación de un espacio que va a servir como sede de la Universidad de las Ciencias de la Salud Hugo Chávez con la Misión Venezuela Bella. Ya está aprobado el proyecto y en los próximos días se va a iniciar. Eso es muy importante porque tenemos más de 700 estudiantes actualmente y 450 solicitando ingreso. Es un espacio que ellos están ocupando, pero no está adecuado y próximamente tendrá las mejores condiciones para ver clases.
— ¿En Amazonas tienen alianzas con los sectores privados?
— El turismo sin los operadores no sería posible, pero eso sí, en alianza con las poblaciones indígenas, porque se hace turismo en la selva y los indígenas son los que viven allí. No podemos tener la concepción de que solamente es de aprovechamiento para nosotros, sino que también debe dejar un beneficio directo en las poblaciones indígenas para que se involucren en el tema y las actividades.
— ¿Cómo se ha manejado el subsidio del combustible?
— Me había llevado el sistema del chip ese, que lo vulneraron en el Zulia, Táchira y Mérida y lo habían eliminado, y lo monté en Amazonas. Se surte con pico y placa. Recibimos semanalmente una gandola subsidiada y sólo surten los que le toquen por la placa. También hay gasolina a precio internacional. En Puerto Ayacucho hay tres estaciones y en el Distrito Motor Orinoco en El Burro, en el límite del río donde se toma la chalana, vamos abrir una que ya está lista y sólo falta colocar un surtidor.
—¿Cuál es la experiencia de la estructura popular?
—Es una estructura que está fortalecida porque hemos logrado, por ejemplo, en Puerto Ayacucho tener el territorio totalmente comunalizado, es decir, nosotros vamos a hacer un operativo de despistaje de cataratas y se hace por comunas y cada una tiene su día de atención. Va el jefe de calle con su paciente y lo lleva con un cartelito identificado. En el casco de la ciudad tenemos 38 comunas. En base a la comunalización del territorio, en comunas que son netamente indígenas estamos haciendo circuitos económicos porque el gran productor de Amazonas es el indígena, es quien más produce y más trabaja. Con el Ministerio de Comunas estamos haciendo circuitos económicos. Hemos avanzado bastante, no es cuento, es real. Todo lo que hacemos lo hacemos en base a la comuna.
Al detal
- ”Cuando la gente no tiene opciones, inventa cualquier cosa y por eso entonces ha crecido el tema minero en Amazonas. Por eso estamos buscando alternativas para que la gente sepa que pueda hacer algo distinto”.
- ”Hace tres meses abrimos el primer banco en la selva venezolana porque cómo podemos hablar de economía y de ordenar el potencial si no tenemos sistema financiero y hay que cargar la plata en una bolsa. En esa agencia del Bicentenario en Atabapo aceptan bolívares y pesos porque estamos en la frontera con Colombia. La gente que nunca podía cobrar en la selva la pensión, el bono, hoy lo hace”.
- ”Estamos en un acuerdo con el Ministerio de Turismo y se va a recuperar el Hotel Venetur Amazonas para potenciar el turismo”.
- ”Tenemos una experiencia que se llama Farmabasto. Existe uno en Pijiguao, dos en Puerto Ayacucho y se va a montar un en Puerto Páez. Hay farmacia, comida y repuesto para moto con precios más accesibles”.
- ”Creamos FarmaAmazonas, que vende a precios accesibles, y están ubicadas tres en Ayacucho, una en Pijiguao, una en Autana, una en Ratón, una en Río Negro y otra en Atabapo”.