La cuarta edición del Joropazo Escolar se realizó este martes en la Avenida Bolívar 4 calle 18 a 23 de Mérida. Esta actividad cuenta con la participación de 500 matrimonios, de todas las edades, de 5 comunas de la unidad.
Nelson Ruiz, director del Centro para el Desarrollo de la Calidad de la Educación, dijo que esta es una actividad coordinada con la Secretaría para el Desarrollo del Sector Educación, Cultura y Deporte, con el apoyo del gobernador Jehyson Guzmán, y con 103 organismos educativos nacionales y estatales. Instituciones.
Ruiz explicó que las unidades educativas que participan en esta actividad provienen de los municipios de Libertador (Mérida), Santos Marquina (Tabay), Campo Elías (Ejido) y un invitado especial de la Gobernación de Rangel (Mucuchies).
Destacó que este es un gran evento que cada año se realizan más eventos desde Mérida en los que los participantes bailan y tocan diversas variantes del joropo, entre ellas: andino, larense o llanero. “Un lugar de encuentro para celebrar y rescatar la identidad nacional”, dice Ruíz.
Reflexiona que la escuela es un espacio de protesta cultural, por lo que al promover estos eventos estamos formando las identidades culturales de los niños. “Fueron meses de preparación, entonces rescatar la música venezolana, la música llanera, su baile en las escuelas fue determinante para ese buen venezolano”.
joropo andino o caracleado
Lourdes Collazo, profesora de danza de la Unidad Educativa La Mucuchache de la ciudad de Rangel (Mucuchies), dijo que alumnos de 1° y 2° grado participan en la IV versión del Joropazo Escolar con una variante andina del joropo o caracoleado.
“Es uno de esos bailes que hacemos en la fiesta o la fiesta cuando se hace la siega, se siega la papa o se arranca el trigo; es una expresión cultural de nuestros abuelos”, dijo Collazo.
Eufre José Salcedo, padre de Alfonso Salcedo, de seis años, de la UE La Mucuchache de la parroquia San Rafael de Macachíes, describió los trajes que se usan en las parrandas para celebrar la cosecha y el origen del baile del joropo.
“En este caso, los niños vestían un traje blanco -pantalón y camisa- muy parecido al liquilique, con ruana tejida de lana, teñida con corteza o papeleta, alrededor del cuello orlada con una tela distinta a las iniciales de la letra de la dueña de la ruana, en el caso de las niñas, llevan vestidos coloridos con camisas blancas, con pañoletas para protegerse la cabeza, tanto hombres como mujeres usan gorros y pañoletas como se usaba en la época, puntualizó Salcedo
Agregó que en la Unidad Educativa La Muchache se incentiva a los estudiantes a mantener las tradiciones culturales de sus abuelos y antepasados.
Participantes
Ana Pérez, docente de la Unidad de Educación Básica 21 de Noviembre de Santos Marquina, expresó su alegría por su continua participación a lo largo de los cuatro años del Joropazo.
“He formado un grupo que incluye estudiantes desde kínder hasta sexto grado y es genial poder representar a la organización ya Venezuela”, dijo Pérez.
Albeira Echeverría, docente de Taller Bolívar, organización que atiende a niños y personas con discapacidad, agregó que este es el segundo año de su incorporación al Joropazo, “bailamos en familia, el plantel actúa de gobierno, los trabajadores y docentes se integran con los representantes».
Asimismo, Adrián Navia, padre de Helena Lucía Navia Ramos de 5 años, quien participó en el evento, destacó que la actividad fortalece las raíces de la identidad en esta era de globalización.