
El Mercado Común del Sur (Mercosur) ha advertido a la Venezuela de Nicolás Maduro sobre los planes de anexar dos tercios de Guyana y ha comenzado a explorar la posibilidad de iniciar conversaciones con China en medio de dificultades para concluir un acuerdo comercial con la Unión Europea (UE).
Los líderes del bloque sudamericano se reunieron en Río de Janeiro, Brasil, para una cumbre semestral marcada por la histórica adhesión de Bolivia como quinto miembro pleno de la unión aduanera y la firma de un acuerdo comercial con Singapur.
Sin embargo, las crecientes tensiones entre Venezuela y Guyana por la región de Esequibo, rica en petróleo y minerales, de 160.000 kilómetros cuadrados que Caracas ha reclamado durante más de un siglo, eclipsaron el resto de la agenda.
«No queremos guerra en Sudamérica. No necesitamos guerras ni conflictos. Lo que necesitamos es crear paz», afirmó el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, en la apertura de la reunión.
Fue la primera vez que el presidente progresista, cercano a Maduro, subió el tono de la disputa, que se originó en Venezuela, luego del referéndum del pasado domingo sobre la unificación del Esequibo.
América del Sur quiere la paz
Fue respaldado por los presidentes de Argentina, Alberto Fernández, quien entregará el poder el domingo al ultra Javier Milei; Paraguay, Santiago Peña; Uruguay, Luis Lacalle Pou; y Bolivia, en un comunicado conjunto al que se sumaron Luis Arce, Chile, Colombia, Ecuador y Perú.
En definitiva, casi toda América del Sur pide paz y desescalada.
En concreto, «advirtieron contra acciones unilaterales que deben evitarse porque aumentan las tensiones» y «llamaron a ambas partes a dialogar y buscar una solución pacífica al diferendo para evitar iniciativas unilaterales».
Maduro ha presentado un plan de acción para la zona, que incluye la emisión de licencias para la explotación petrolera y el despliegue militar en localidades cercanas al territorio en disputa.
Pero el Mercosur también continúa sus esfuerzos por promover la integración. También anunció un ambicioso plan de rutas que conectará la región. Uno de ellos pretende conectar Brasil con Guyana, Surinam, Venezuela y Guayana Francesa.
Mercosur mira y China
En el plano económico, los días previos a la cumbre del Mercosur estuvieron marcados por el último fracaso en las negociaciones con la Unión Europea (UE), abiertas desde hace más de dos décadas.
Brasil, que entregó la presidencia rotatoria del grupo a Paraguay este jueves, esperaba firmar el acuerdo en la cumbre, pero se vio frustrado por la renovada negativa de Francia en el último minuto y la reticencia de Argentina ante una transferencia de poder.
Lula pidió públicamente a Peña «insistir» en el diálogo con la UE porque un acuerdo es importante e inminente. Por su parte, el Ministro de Asuntos Exteriores brasileño, Mauro Vieira, fijó entonces un nuevo plazo: la firma en febrero.
Paralelamente, Mercosur y la UE emitieron una declaración conjunta reafirmando su compromiso de concluir el proceso de negociación, del que algunos socios sudamericanos se han cansado y ahora están más inclinados a intentarlo con China.
Lacalle Pou expresó su «escepticismo» sobre el acuerdo entre ambos bloques y volvió a insistir en iniciar negociaciones con el gigante asiático, cuya influencia en la región ha crecido enormemente en las últimas décadas.
Según una nota de su gobierno, Peña lamentó la falta de voluntad política del bloque europeo. Su ministro de Relaciones Exteriores, Rubén Ramírez Lezcano, anunció en la reunión ministerial del Mercosur un día antes que daría prioridad a las negociaciones con Asia y Medio Oriente durante su presidencia de mitad de mandato.
Fernández y Arce también apoyaron probarlo con la segunda potencia económica del planeta.
El jefe de Estado boliviano señaló que las negociaciones paralelas con China y la UE podrían servir como estrategia para los propios europeos, quienes podrían perderlo todo si no flexibilizan sus demandas, especialmente en materia ambiental.
Pero el presidente saliente de Argentina recordó la importancia de la alianza con los Veintisiete porque «desde el punto de vista geopolítico, es un acuerdo importante para no quedar atrapado en la bipolaridad de China y Estados Unidos», aunque ahora entra Javier Milei. la escena.
Agencias