Los españoles no hablan, escupen…
Los mexicanos no hablan, lo que hacen es cantar…
Los puertorriqueños hablan, pero cortan e inventan palabras…
Los argentinos no hablan, solo fanfarronean… JV
¡Confirmado! El Salón de la Fama de Cooperstown es algo muy especial. La organización de su tipo más respetada en el mundo, y hay más de tres mil en funcionamiento. Consideremos este grupo de notables que, al menos hasta hoy, no han recibido suficientes votos de periodistas o comités de veteranos:
Bobby (padre de Barry) Bonds, César Cedeño, Ron Cey, Graig Nettles, Dave Parker, Steve Garvey, Vida Blue, Tommy John, Steve Rogers, Mickey Lolich, David Concepción.
La mayoría de los electores estamos convencidos de que este no es un museo para buenos beisbolistas, sino exclusivamente para los destacados, los únicos de óptima calidad.
Y hablando de extraordinario, Shohei Ohtani ganará más de 700 millones de dólares, en sus 10 temporadas, hasta 2033, porque a través de souvenirs, tarjetas y apariciones en comerciales, recibirá entre cuatro y cinco millones más en cada temporada. Esto significa que el total será de aproximadamente 750 millones.
Ahora bien, algo no está bien en nuestro planeta, porque mientras Ohtani, legal y correctamente, exige tal cantidad por su trabajo, alrededor de 800 millones de personas pasan hambre y no tienen dónde dormir, porque son miserables. Y esa es una persona de cada nueve. ¡¿Qué podemos hacer para solucionarlo?!
¿Dónde están, qué hacen los sabios de este mundo?
El inmortal Alfonso Saer. Mañana sábado el Salón de la Fama del Béisbol de Venezuela recibirá a Alfonso Saer, por lo que será un día de celebración en todo el ambiente. Alfonso, notable narrador y afamado periodista, orgullo del estado Lara y de Venezuela, está firme en la historia de los Cardenales de Lara y es un sol para todo el béisbol de habla hispana. Alfonso: Espero que mañana sientas que estoy a tu lado, como quiere estarlo todo aquel que ama este maravilloso juego.
El secreto de Luis Arráez. El swing de Luis Arráez es un regalo que Dios da sólo a sus elegidos. Pero me lo confió en una conversación íntima: “Desde muy pequeño, mi padre colgaba de un árbol un calcetín lleno de trapos para que yo pudiera golpearlo. No es fácil porque se movía mucho».
Gracias a la vida que me ha dado tanto, incluso a un lector como tú.