Caracas.- En conmemoración del 23 de enero, Margott Pérez-Jiménez Chalbaud, hija del exdictador Marcos Pérez Jiménez, recordó que a los 11 años vivió de cerca la salida de su padre del poder en 1958, hecho que marcó su vida para siempre. .
«A esa edad, estas son cosas que se quedan contigo por el resto de tu vida. No entendía lo que estaba pasando, simplemente veía cosas como si alguien estuviera viendo una película», dijo en una entrevista con Shirley Varnagy.
Recordó el momento en que habló con su madre sobre su posible regreso o el riesgo de no regresar: «Ella era mi hermana y yo nos colgamos de la puerta, escuchando que si ella no regresaba en ese momento, era porque la habían matado. a él.»
«Siempre he escuchado muchas cosas que sé que son mentiras porque las viví. Mi padre no se escapó, se fue porque quiso. Recuerdo a los hombres de la Policía Militar llorando, pidiéndole que no se fuera», dijo. .
Cuando se le preguntó cómo describir a su padre, Margott dijo: «Mi padre no era un asesino, hubiera sido diferente (…) Era un dictador porque hacía lo que quería. Tenía un proyecto en la cabeza para consolidar Venezuela». «Quería que el país estuviera a la cabeza de Sudamérica».
De la misma manera, reveló que su padre enfrentó circunstancias difíciles y en un momento de enfrentamiento por saber la verdad, confesó que se fue porque estaba condicionado: “Para quedarme, hubiera tenido que fusilar a los cadetes”, recordó. quienes eran los cadetes. palabras de su padre. El «levantamiento juvenil» le dolió mucho.
Respecto al legado del expresidente, Margott reflexionó: «La historia no se ha escrito definitivamente. Con el tiempo se examinan las cosas y se entiende más. Quizás dentro de 100 o 150 años se escriba otra historia».
También destacó que, a pesar de las críticas, su padre fue condenado por malversación de fondos, lo que, según ella, demuestra que sus enemigos no pudieron encontrar pruebas contundentes en su contra respecto de los asesinatos.
Sobre las violaciones a los derechos humanos durante el régimen del general Pérez Jiménez, admitió que, cuando era niña, no tuvo conocimiento de esos hechos. «No puedo decir que en la época de mi padre no se hicieran cosas malas, porque yo era una niña. Conocí a mi padre como un hombre, no como una figura política», dijo.
Margott también expresó su orgullo por ser hija de Marcos Pérez Jiménez. «Cada día que pasa me siento más orgulloso. Hay muy pocos hombres del estilo de mi padre», concluyó.
Así que lo que
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