La toma de Maracaibo y el hacerse cargo de la actual capital del estado Zulia le permitió a Manuel Antonio Manrica tener una gran cooperación en el desarrollo final de la batalla encaminada a liberar la parte occidental de nuestro territorio, en un encuentro naval con el jefe de la Armada, José Prudencio Padilla.
El 24 de julio de 1823 fue exterminada casi toda Venezuela, a donde llegó Cristóbal Colón en 1498 por las tierras de la posterior Sucre, marcando para entonces una historia de 325 años de dominio colonial en Occidente. Hace dos años y un mes, el Libertador Simón Bolívar derrotó a Miguel de la Torre y Pando en la Batalla de Carabobo. Para este mes de julio de 1823 sólo quedaban Maracaibo y Puerto Cabello en manos de los realistas. Fue entonces cuando el general Manuel Antonio Manrique, que había invertido recientemente, inició una campaña terrestre y capturó Maracaibo, la capital del estado Zulia, del que estaba al mando, destruyendo las defensas de artillería en toda la zona. Entre estos víveres y armas cayó un cañón llamado «la Cotorra», con el que los españoles defendían la entrada al lago de Maracaibo contra cualquier navío enemigo, cuya flota iba encabezada por el capitán del navío Ángel Laborde y Navarro, este último de los cuales era «espantoso». En 1810 por las haciendas de Coro.
Fue en estas circunstancias que Manrique capturó Maracaibo y ocho días después, el 24 de julio, dirigió a los patriotas encabezados por José Prudencia Padilla, natural de Río Jacha, para permitir la batalla naval del lago de Maracaibo.
Formación de patriotas y realistas. Nos enfocamos en uno de los tres libros de Rafael María Baralt sobre la historia de Venezuela, sobre los barcos que chocaron en el lago de Maracaibo hace 200 años. Los bergantines y las goletas eran los barcos con mayor potencia de fuego en un conflicto naval. Y cada escuadra presentó a su lado: 12 goletas, 3 bergantines, 16 navíos, 67 navíos, 925 infantes de marina y 497 marineros. Los patriotas se dotaron de 7 goletas, 3 bergantines, 85 bergantines y 872 hombres, y para Padilla una «respetable fuerza fina» de 15 piezas y 327 hombres.
La mayoría de los barcos utilizados en la batalla naval del lago de Maracaibo eran de muy ligero tonelaje y se les conocía como «Delicate Power»: flecheras, bongos, feluccas, etc. Ideal para cruzar ríos y lagos y se utilizó principalmente para el transporte de personas y mercancías en el lago. E incluso para llevar el correo.
Citamos también al Contralmirante Eljuri Yunez, quien menciona a varios oficiales patriotas y capitanes de marina y cita a «Renato Beluche, Nicolás Joly y Valterio Chitty, los pilotos de Bahía Barra y Bahía El Tablazo, Coronel Carmona y Reverendo José Félix Blanco». Este funcionario se reunió en consejo especial, donde decidieron «forzar la barra y ocupar Maracaibo». Allí intervino Manrique y capturó la capital zuliana.
Posicionamiento de flotas para la batalla. La posición de las dos flotas era la siguiente: la escuadra real estaba entre Capitán Chico y Bella Vista, y la republicana frente a Los Puertos de Altagracia. La batalla duró unas dos horas, en las que fueron derrotados 1.199 republicanos y 1.317 realistas. Cabe señalar que el mismo día de la batalla Simón Bolívar el Libertador se encontraba en Guayaquil y celebraba el 40 aniversario de su nacimiento el 24 de julio de 1783 en Caracas.
Varias pequeñas reuniones y otros eventos tuvieron lugar antes de la batalla, en las que Ángel Laborde, el comandante de los barcos reales, señaló previamente que lo había enviado desde Curazao «para dar alguna ayuda a las escuadras de Morales» y que el cuatro del mes siguiente (julio) partió hacia Maracaibo, donde llegó el 14 a las órdenes de Sanloschan. Dijo que sus grandes navíos no pudieron pasar la barra y chocaron contra la bahía, luego reunió una escuadra en Záparas y procedió a pasar El Tablazo, lo cual confirmó el día 22, a pesar de alguna resistencia de los navíos republicanos, y al día siguiente logró llegar a la isla Capitán Chico y fondear entre ella y Maracaibo. Los independientes zarparon y ese día fondearon en Altagracia y Punta de Piedras. Ambos escuadrones se prepararon para atacarse el día 24 y sólo esperaron el viento, cuando los patriotas que los apoyaban zarparon de sus adversarios a las dos de la tarde…”
Luego de estas iniciativas de ambos bandos, la batalla comienza en la tarde del 24 de julio de 1823, hace exactamente 200 años cuando tuvo lugar la última gran batalla entre patriotas y realistas que marcó la victoria final en nuestra lucha por la libertad. Viéndose derrotado por el avance del encuentro, Laborde casi huye del lugar y dirige sus barcos hacia la desembocadura del lago, ya que se consideraba casi derrotado. Ante esta situación, Francisco Tomás Morales, quien era el último jefe español en territorio venezolano y había estado más tiempo al mando real, optó por rendirse.
Finalmente, del 8 al 10 de noviembre de 1823, Paes derrotó a Sebastián de La Calzada, el último jefe real en territorio venezolano, y le dio la libertad para salir al extranjero. A su vez, Morales acordó entregar el poder, además de los barcos, la ciudad de Maracaibo, el castillo de San Carlos en Puerto Cabello y la fortaleza de San Felipe.
Esta gloriosa batalla en el lago de Maracaibo es una página más en el desarrollo de nuestra valentía por la libertad y la historia de este importante estado de la región occidental, superando las acciones de la capital del estado Zulia, que siempre estuvo incluida entre los que se negaron a firmar el Acta de Independencia en 1810-19-18. y cuál fue el comienzo de la guerra de 13 años que continuó esta sangrienta lucha por la libertad.
Comunicación entre Manrique y Padilla. Pero no todo termina con la victoria de los patriotas en la Batalla del Lago, pues en el fondo había mucha reticencia entre Manrique y Padilla, ambos patriotas lo dieron todo durante los años de servir valientemente a su patria por la libertad. Aquí el mensaje enviado por Manrique Padilla tras el encuentro. En esta carta de las muchas que pasaron entre los dos, el Cojedes original le decía al neogranadino: «La libertad de Maracaibo depende únicamente de la acción de la tropa y de la flota, por su señoría entró sin estorbo a la barra, y yo subí a Moporo con el Zulia, o sea, me apoderé de los diversos recursos del país, que estaba débil. Sin ellos nada se hubiera conservado para la supervivencia de ambas fuerzas; el 16 de junio, el mando bajo mi mando se cansa de haber tomado el campo, le dio a este escuadrón muchas ventajas». , y desmoralizó al enemigo; a la batalla naval del día 24 del mes pasado, en que tuvo Vuestra Señoría cerca de mil fusileros a bordo de los navíos; a las capitulaciones, por que tuvo más de dos mil hombres rendidos, y como he obrado con cautela en los empeños que se invitaban sin cálculo, a Vuestra Señoría como director de operaciones sólo debo decir que puedo entrar en tales tratos con la escuadra, sin hacer nada con Vuestra Señoría…