El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva firmó un decreto sobre el control responsable de armas de fuego, con el objetivo de reducir la violencia en ese país. La medida fue anunciada durante un acto en el Palacio del Planalto, sede del Poder Ejecutivo en esta capital, y forma parte del llamado Programa de Acción de Seguridad.
Según el Gobierno, entre otras medidas, la disposición reduce la cantidad de armas y municiones a las que pueden acceder los civiles para la autodefensa y las que pueden adquirir los cazadores, tiradores y recolectores (CAC).
La medida prohíbe a los CAC transitar con artefactos y provisiones de guerra, restringe el funcionamiento de los clubes de tiro y restablece las reglas de distinción entre artilugios utilizados por cuerpos de seguridad y ciudadanos comunes.
De igual manera, disminuye la vigencia de los registros de armas de fuego y prevé la migración de su control del Ejército a la Policía Federal. En particular, el decreto reduce el número de armas de guerra y municiones a las que pueden acceder los civiles para su defensa personal.
Anteriormente, los civiles podían adquirir hasta cuatro armas permitidas para defensa personal, sin necesidad de acreditar su necesidad real. Existía la posibilidad de ampliar el límite y se podían comprar hasta 200 municiones por arma anualmente.
Fuente: Prensa Latina
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