Cuando el fútbol venezolano era sombra y oscuridad, ahí estaba la figura inconmensurable de Luis Alfredo Mendoza, para reforzarlo con su inmensa calidad técnica, su personalidad y su amor por Venezuela.
Tras dedicar su vida al fútbol nacional, Mendocita falleció ayer a los 78 años, tras luchar contra una enfermedad que lo minó. Nacido en Caracas el 21 de junio de 1945, fue la primera estrella del Futve y uno de los que más luchó para que el jugador venezolano fuera apreciado. A los 15 años ya era la estrella del Banco Agrícola y a los 42 brindó dos asistencias y metió al Caracas en el último hexágono en 1986. Una estrella.
En la época del llamado fútbol colonial del país, donde los equipos de primera división llenaban sus plantillas con estrellas de toda Sudamérica, Luis Mendoza irrumpió con su inigualable habilidad con el balón y su potencia.
Fue figura en Deportivo Italia, Galicia, Estudiantes de Mérida, Portuguesa y Caracas Yamaha, donde sumó títulos y participaciones internacionales en la Copa Libertadores.
Su disparo gurrufío, como el propio Mendocita bautizó su disparo, fue un imprevisible bombazo de media distancia con el que marcó su gol más sonado en la Vinotinto. Fue en el partido de vuelta ante Colombia en el Olympiastadion de la UCV.
«En un saque de banda de David Mota en el minuto 55, salí con el balón bien pegado al pecho del lateral Gabriel Hernández y a unos metros del centro del campo realicé un disparo soberbio sin dejarlo caer con un gurrufío. «Efecto», se describió Mendoza en su biografía «Ahora vengo», el único gol que anotó Venezuela en la eliminatoria.
Antes de la aparición de Bernardo Añor Sr., Stalin Rivas, Gabriel Miranda, Gabriel Urdaneta, Juan Arango, Salomón Rondón y Yeferson Soteldo, el gran Mendocita fue el primer y único referente internacional de Venezuela, el primer 10 de la Vinotinto y uno de los que Luchó sobre todo para defenderlo de los líderes y empresarios de su época para combatir las artimañas y las artimañas.
Debió disputar cuatro eliminatorias, pero sólo pudo hacerlo en Inglaterra 1966 y México 1970, porque en 1974 la Asociación Venezolana de Fútbol fue sancionada por la FIFA y para Argentina 1978 condenó, junto a Richard Páez, la nacionalización expresa de futbolistas extranjeros. para integrar a la Vinotinto para la eliminatoria. Ambos quedaron fuera de la selección.
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En 1982, fue el primer técnico nacido en Venezuela en dirigir a la Vinotinto, pero fue destituido porque en un partido amistoso contra España (0-2) en el Estadio Olímpico jugó con nuevos talentos como Bernardo Añor, Nelson Carreño. y César Baena. Lo expulsaron del Futve, luego de que se negó a dejar jugar a Italchacao en Brígido Iriarte por deudas acumuladas. Comandó a los Stallions en Estados Unidos y en 2003 regresó a Venezuela, donde no volvió a dirigir, pero continuó repartiendo chocolates en caimaneras.
Ningún premio de la Liga Futve ni ningún estadio del fútbol nacional lleva el nombre de una de las figuras más destacadas del fútbol venezolano. Pero su lucha y valentía para hacer crecer este deporte en el país serán eternas.